Un informe de Amnistía Internacional (AI) presentado este viernes 4 de septiembre asegura que el capitán de corbeta venezolano Rafael Acosta Arévalo fue torturado mientras estuvo detenido, hasta que falleció frente a un juez en junio de 2019, afirmación que contradice la versión oficial del hecho.
Amnistía Internacional obtuvo 550 páginas del expediente penal contra dos militares acusados de participar en la muerte del capitán y “contrario a lo que muestra la investigación penal por parte de la Justicia venezolana, Rafael Acosta Arévalo no falleció en un hospital”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de la organización.
“Fue desaparecido, torturado y murió ante un juez. Sobre estos hechos no se ha hecho justicia”, subrayó en un comunicado.
Según las nuevas evidencias que maneja Amnistía Internacional, Acosta Arévalo “fue presentado, mientras agonizaba, ante un tribunal militar para imputarle cargos” y falleció “en la sala donde se llevaría a cabo la audiencia de presentación, sin recibir atención médica en los momentos previos a su muerte”.
Otros hallazgos apuntan a que los imputados por el caso, dos militares de bajo rango, sostuvieron versiones contradictorias de los hechos.
“Las actas de investigación no vinculan la actuación de los condenados a la muerte de la víctima y, además, se les imputa un cargo que insinúa que la muerte fue causada accidentalmente, haciendo a un lado que la misma fue consecuencia de múltiples y serias lesiones que comprometieron sus pulmones al punto de provocar un edema cerebral severo”, señala AI.
El fiscal designado por la ANC, Tarek William Saab y el ministro de Defensa del régimen, Vladimir Padrino, aseguraron entonces que el militar se había desmayado en el juzgado, por lo que fue trasladado a un hospital, donde falleció luego de recibir atención médica.
En el informe de este viernes, la organización afirma que las nuevas evidencias “demuestran la mortífera política de represión del Gobierno de Nicolás Maduro para silenciar a la disidencia”.
El militar falleció el 28 de junio de 2019, cuando llevaba una semana bajo custodia del régimen de Maduro, luego de que las autoridades lo detuvieran el día 21 acusado de conspiración.