Las autoridades de Bielorrusia detuvieron a decenas de estudiantes universitarios que salieron a las calles de la capital del país este martes para exigir la renuncia del presidente Alexander Lukashenko luego de unas elecciones que la oposición ha dicho que estuvieron amañadas.
Cientos de estudiantes se reunieron afuera de las universidades de la capital Minsk y luego marcharon a través del centro de la ciudad hacia el Ministerio de Educación, en lo que es la cuarta semana consecutiva de manifestaciones multitudinarias desde que se llevaron a cabo los comicios. Los manifestantes gritaron consignas contra Lukashenko como “¡Vete!” y sostuvieron letreros en los que exigieron la libertad de los presos políticos.
Los cordones de la policía obligaron a los manifestantes a cambiar su ruta, y los agentes detuvieron a decenas de ellos, de acuerdo con el centro de derechos humanos Viasna.
Valiantsin Stefanovich, activista de Viasna, dijo que algunos de los detenidos fueron golpeados por la policía.
“Los estudiantes y las universidades en general son un grupo altamente explosivo”, comentó Stefanovich durante una entrevista telefónica. “Las autoridades tienen mucho miedo de que se inicien huelgas en las universidades y están llevando a cabo actos de intimidación”, añadió.
Viasna dijo que por lo menos 62 personas fueron detenidas, incluidos ocho periodistas.
Una manifestante, Tatyana Ivanova, dijo que los estudiantes de la Universidad Estatal de Lingüística de Minsk corrieron a un edificio del campus para evitar ser detenidos, pero que la policía los siguió hasta allí.
“Sólo aviva los sentimientos de protesta”, comentó. “Cuanto más golpeen y detengan a la gente, más personas comprenden que Lukashenko ha perdido”.
Al caer la noche, varios cientos de manifestantes marcharon por las calles de Minsk y se reunieron en la principal Plaza de la Independencia. La policía dejó que el mitin se llevara a cabo, pero arrestó a varias personas que estaban en los alrededores de la plaza.
Cientos también realizaron protestas en otros distritos, formando “cadenas de solidaridad”.
Lukashenko, que ha gobernado la antigua nación soviética de 9,5 millones de habitantes con mano dura por 26 años, ha dicho que los manifestantes son títeres de Occidente.
Luego de la dura represión de manifestantes inmediatamente después de las elecciones del 9 de agosto —que provocó indignación a nivel internacional_, el gobierno ha evitado la violencia a gran escala y ha buscado poner fin a las protestas con amenazas y con el encarcelamiento selectivo de activistas.
Varios organizadores de huelgas en importantes plantas industriales han sido arrestados. El martes, decenas de manifestantes se reunieron afuera de la Planta de Tractores de Minsk para alentar a los trabajadores a declararse en huelga, pero fueron dispersados rápidamente por la policía.