Los últimos cartuchos pueden ser los más terribles y despiadados. Se achican las alternativas y hasta el reflejo del espejo se vuelve turbio. Se acaban los ingenios para esconder la maldad. No hay forma de rehusar a la contienda. Hay un temor sincero esparcido en el palacio de gobierno. Se apela a los aliados sin miramientos, con la cara entrenada para pedir por la urgencia y explicar el riesgo.
Alguna misiva habrá llegado. El ultimátum certero. Lo recibió Guaidó y lo exteriorizó esta semana, buscando ampliar las decisiones. Pero lo reconoce con más ímpetu la usurpación. Las estrategias han perdido sus secretos. Parece avecinarse una avalancha de acontecimientos. No estamos entrenados para eso. Hay un pálpito raro que desconcierta al más erudito.
Observo movimientos distintos. Se habla de convenios firmados entre Miraflores e Irán para la adquisición de misiles de mediano y largo alcance. Lo ha denunciado con frases estremecedoras el presidente colombiano, Iván Duque. No se ha quedado callado para ampliar los detalles y afirmar con un tono de convencimiento, que miembros de la Guardia Nacional proveen de armamento a Rusia o Bielorrusia, en una triangulación con estructuras criminales del vecino país.
No sé qué tan rigurosas son estas indagaciones o las fuentes de donde proviene el conocimiento de tales negocios oscuros. Hasta el momento no han arribado esos misiles. Ya lo hubiera alertado el propio Gobierno norteamericano. Pero de suscitarse, sería sin dudas un peligro para la región. La combustión de enfrentamientos inimaginables.
Al parecer estos acuerdos con los iraníes sobrepasan los 40 mil millones de dólares. Son cifras impresionantes y permiten inferir los desafueros financieros. Una cooperación ganada a palos. Con el abuso del poder y sobreprecios en todo.
La tiranía agotará hasta la última de sus alternativas, para no caer derrotada ante tantas acusaciones existentes. Entretanto, se rumora que Hugo “El Pollo” Carvajal habría aceptado conversar con Estados Unidos. Los cuentos terroríficos, el contravenir de la norma y toda acción indecorosa será pasto fácil en la boca del exdirector de la Dgcim.
Pero quien resguarda mejores historias es Álex Saab. Apetecido como un trofeo a la insistencia por parte de los EE. UU. No dejarán escapar a la presa. Contará las verdades, abrirá los cerrojos precisos y podrá autentificar las suposiciones. Maduro sabe todo lo que está en riesgo con su testaferro charlando para los gringos.
Saltó a la palestra que el Gobierno de Cabo Verde había enviado a dos emisarios a Caracas, con el fin de entablar contactos con el régimen. El Ejecutivo de este archipiélago africano lo negó inmediatamente. Pero a los días despidió a Gil Évora, presidente de una compañía estatal de distribución de medicamentos, por desvío de la finalidad de sus funciones.
La noticia de este encuentro la dio El Nuevo Herald. Presuntamente Évora se hizo acompañar por el exdirector general de Turismo, Carlos dos Anjos. Maduro evitará a toda costa que Saab se convierta en una pieza clave para desenmarañar las trastadas escondidas.
Se percibe más de un argumento para pensar que la tiranía tiene más de una risa torcida. Recién el subsecretario de Estado norteamericano, Michael Kozak, dijo con sus ojos flamígeros y un fraseo duro, que su país está trabajando con una coalición global de naciones, para apoyar al pueblo venezolano en la restauración de la democracia.
Maduro lo reconoció también. Denunció que enfrenta un boicot mundial. “Quieren sabotear las elecciones”, dijo con disimulo, a sabiendas que la situación se complica con el pasar de los días. “Reforzaremos la política de inteligencia y seguridad”.
Venezuela no es un país olvidado en el globo terráqueo. Invocar al pesimismo o a bajar los brazos es no ver todos los movimientos simultáneos que se suceden a nuestro alrededor. El llamado de Guaidó a los líderes del país a construir una ruta común de liberación no es casual. Tampoco lo es que se hable de la sospechada compra de misiles iraníes o la visita de una delegación norteamericana a Colombia y Panamá. Falta muy poco para los comicios yanquis. Será un tiempo clave para las determinaciones.
José Luis Zambrano Padauy
@Joseluis5571