Cada vez que llueve, los habitantes de sectores como la Cañada Virginia, La Lago y Don Bosco sacan sus pipas a la calle para poder recolectar agua de lluvia y mantener la higiene de sus hogares, cocinar y hasta beber.
Durante la mañana de este miércoles 26 de agosto otra vez les tocó abastecerse de la lluvia que cayó de sus techos, ante la incertidumbre de no saber cuándo les llegará el servicio por tubería.
“Esto es una cosa de locos, al menos pude agarrar agua del cielo para usar en el baño y lavar ropa. Sin dudas gracias a Dios, porque por si es por Hidrolago, seguimos secos, son unos irresponsables”, expresó Deyanira González de Don Bosco.
Además, la queja más difundida es que la mayoría debe trasladarse a pie a otros sectores para recolectar agua en tuberías madre o tomas ilegales, incluso de las orillas del Lago de Maracaibo.
Denuncian que han pasado más de 30 días sin agua y se ven rodeados de camiones cisternas, que son los únicos que tienen acceso al agua “a precios difícilmente pagables”.
En la Cañada Virginia más de 250 familias están afectadas y que tienen que ingeniárselas para poder acceder al agua. Sus métodos van desde recurrir a los edificios en construcción hasta establecimientos comerciales para surtirse con unos pocos litros.
“Hay niños, ancianos y personas con discapacidad por las que velamos y necesitan usar el agua con frecuencia, tenemos que carretear agua en muchas ocasiones por kilómetros. Un día podemos llenar solo un botellón y no alcanza para todos”, expresó Dona Romero.
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