La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, chocaron este martes públicamente en torno a la decisión de Almagro de abstenerse a renovar al secretario ejecutivo de la CIDH.
La CIDH y Almagro, cada uno a través de un comunicado de prensa, presentaron sus posiciones opuestas respecto al proceso de renovación del mandato de Paulo Abrao.
La CIDH tachó de “grave embate contra su autonomía e independencia” el hecho de que Almagro decidiera abstenerse a avanzar en el proceso de renovación del brasileño, que es secretario ejecutivo de la CIDH desde 2016.
“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos rechaza todo tipo de interferencia al ejercicio de su mandato y, en particular, a su facultad de elegir, renovar y separar a sus funcionarios de confianza”, indicó en el comunicado.
Por su parte, la OEA dijo en su comunicado que Almagro se abstuvo debido a la existencia “de decenas de denuncias” presentadas contra Abrao por parte de funcionarios de la organización.
“Lamentamos que la CIDH, a pesar de estar en conocimiento de decenas de denuncias, en algunos casos por meses, no haya dado traslado de las mismas a la Oficina del Inspector General para su sustanciación”, señaló el comunicado de la OEA. “Esta falta de tramitación es un duro golpe a su credibilidad”.
El comunicado de la OEA no aclara qué tipo de denuncias existen contra Abrao.
La CIDH es un órgano autónomo de la OEA. La comisión tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia.