Más de 100.000 personas protestaron el domingo en la capital de Bielorrusia, exigiendo la salida del autoritario líder del país a quien acusan de ganar las elecciones mediante fraude.
La protesta amplía la ola de descontento que ha invadido a Bielorrusia desde las disputadas elecciones hace dos semanas.
La manifestación llenó la Plaza de Independencia en Minsk, un área de siete hectáreas cuadradas (17 acres cuadrados). No hubo un cálculo oficial del tamaño de la multitud, pero parecía ser de unas 150.000 personas.
Varios vehículos policiales estaban situados en el perímetro de la plaza, pero los agentes no intentaron dispersar a la multitud. Hace pocos días unas 7.000 personas fueron arrestadas — algunas de ellas heridas a palos o por perdigones de goma — ante la ola de protestas contra el presidente Alexander Lukashenko, quien dice haber ganado las elecciones del 9 de agosto.