El nombre científico de la cotorra cabeciamarilla es Amazona barbadensis y aunque este nombre hace referencia a Barbados no hay evidencia que esta ave haya habitado esa isla, lo que ocurrió es que, en tiempos coloniales, las aves cazadas de esta especie eran trasladas allí y desde esa zona eran llevadas hacia Europa.
Se identifica fácilmente por el color amarillo en la parte superior de la cabeza, garganta y cuello, con un poco de blanco en la frente. Su cuerpo es verde brillante y un borde negro en sus plumas le da un aspecto escamado.
Son altamente cazadas pues se consideran buenas mascotas, porque, a pesar de ser muy ruidosas, tienen la capacidad de imitar sonidos y palabras de los humanos.
Es la única especie de su género que está adaptada a los ambientes xerófilos. Y aunque anteriormente podía encontrarse en seis países, en la actualidad quedan poblaciones únicamente en Venezuela.
Se considera una de las especies de aves más amenazadas y con alta prioridad de conservación en el país. Es una especie fuertemente comercializada y su hábitat se encuentra muy amenazado, llevando a la reducción de su distribución de manera significativa y se estima que su tamaño poblacional ronda los 5.000 individuos.