En febrero de 1877 el presidente, general Antonio Guzmán Blanco, puso en marcha el Ferrocarril Bolívar en su tramo de Aroa a Tucacas. De Barquisimeto los viajeros a la capital iban hasta Aroa por la carretera construida por el general Jacinto Fabricio Lara, hijo del prócer epónimo del estado. La estación de Aroa era conocida por su cercanía a las minas de cobre del Libertador.
En enero de 1891 el presidente Raimundo Andueza Palacio
inauguró la etapa del ferrocarril Barquisimeto-El Hacha-Duaca, obra de gran trascendencia que unió comercialmente al occidente con el centro del país. En la estación de Duaca se montaban pasajeros con productos del campo y fue fundamental en el transporte de café, principal rubro de exportación en ese entonces.
Viajeros y cargas
Dos días a la semana había viaje de Barquisimeto a Tucacas y los viajeros a la capital tardaban un día en este trayecto porque el tren se detenía en cada estación para recoger pasajeros y carga: Sacos de café o maíz, huacales de lechosas, cántaras de leche, gallinas vivas amarradas por las patas, puerquitos muy pequeños, bloques de queso y toda clase de carga iban en el piso junto a los pasajeros.
Lunes y jueves los viajeros a Caracas llegaban a Tucacas donde dormían y al día siguiente salían en un pequeño vapor de la compañía del ferrocarril y en unas cinco horas desembarcaban en Puerto Cabello, donde dormían para tomar al día siguiente el tren para Caracas. Eran “tres» días en transporte ferroviario desde Barquisimeto a la capital de la república.
La estación del ferrocarril Bolívar en Barquisimeto estaba en terrenos ocupados hoy por la catedral metropolitana y fue centro de impulso a la economía de la región, además de convertirse en epicentro de las diversas actividades del comercio, artísticas, culturales y deportivas de Barquisimeto y hacia allá se fue extendiendo la ciudad, con nuevas construcciones.
Época de desarrollo, en 1881 el general Fabricio Jacinto Lara había inaugurado el mercado público que fue demolido en la década de los 50 para construir el edificio nacional. En 1890 fue inaugurado el acueducto y en 1896 mejoró el servicio de alumbrado público con la sustitución de faroles por bombillos eléctricos.
El tranvía de caballitos
Otra de las iniciativas del presidente el estado Lara –como se le denominaba entonces al gobernador–, general Aquilino Juares, fue la construcción del tranvía y la calle del Comercio, hoy avenida 20, a partir de entonces fue surcada con rieles sobre los cuales se desplazaba un vagón tirado por bestias llamado por la gente “el tranvía de caballitos”, inaugurado en 1897 para la reducción del tiempo de circulación de pasajeros y mercancías.
El ingeniero Andrés Palacios Hernández construyó las líneas del tranvía y la administración estuvo a cargo de la empresa Bolaño. El primer gerente fue el español Celestino Fraile García, popular y querido por su afabilidad y cultura.
Así fue la incorporación de la vida barquisimetana a la era del ferrocarril con su tranvía local que algunos utilizaban para “pasear” desde el centro de la ciudad hasta la estación del ferrocarril. El tranvía de caballitos llevaba a la gente del centro de Barquisimeto a la estación del Ferrocarril Bolívar, saliendo de la plaza frente a la catedral por la calle 23 y allí aún hay algunos rieles para la memoria y los incrédulos.
Documental Ferrocarril Bolívar