En el año 2007 fue inaugurado uno de los espacios que comenzaron a representar a la cultura y el turismo en Barquisimeto: El paseo Juan Guillermo Iribarren ubicado en el Triángulo del Este conformado por una fuente temática, además de caminerías, zonas con arena de playa, especial para el esparcimiento en familia.
Su actualidad, 17 años después, no está ni cerca de lo que miles de personas vieron asombro durante esos años, pues su apariencia era parecida a los parques más importantes del mundo.
La intención del proyecto era albergar la mayor cantidad de actividades culturales y recreativas que permitieran al barquisimetano compartir ratos agradables en compañía de su familia sin tener que salir de la ciudad. Fue concebido en una de las gestiones de Henri Falcón como alcalde de la ciudad. También fue mantenida y utilizada frecuentemente durante la gestión municipal de Alfredo Ramos, quien en el año 2015 incorporó el Plan de Vitrinas Urbanas.
Durante mucho tiempo fue el escenario de conciertos, exposiciones, presentaciones artísticas y el sitio donde se compartieron grandes fiestas navideñas con el encendido del árbol navideño más grande del país.
Ahora la realidad es otra. Sin iluminación, sin agua y enmontada se convirtió en el albergue de indigentes en el este de Barquisimeto. Los colores que iluminaron y alegraron a los barquisimetanos durante al menos 8 años ahora lucen opacos y sin vestigios de cuidados y cariño por parte de la administración actual de la Alcaldía de Iribarren.
La mano de la delincuencia y el vandalismo es ahora la que tiene la administración de esas instalaciones de las que nadie se conduele.
