Gabriel Jesús lloraba, de cuclillas sobre la cancha. Ni siquiera la camiseta del Manchester City, con la que se cubría el rostro, podía ocultar el pesar del brasileño.
No lejos de ahí, Raheem Sterling estaba tendido en el césped, con las manos tapándole los ojos.
De pronto, los jugadores de Lyon interrumpieron sus celebraciones para consolar a sus oponentes, cuyo corazón quedó roto tras fracasar por cuarto año seguido en el intento de llegar a las semifinales de la Liga de Campeones.
Lyon dio la campanada ante el City, al derrotarlo por 3-1 para ubicarse en la ronda de los cuatro mejores, una instancia que no había alcanzado en una década.
Moussa Dembélé contribuyó con un doblete al triunfo sorpresivo del conjunto francés, que se medirá en la siguiente ronda con el Bayern Múnich, verdugo cruel del Barcelona en la víspera.
El City, con uno de los planteles más onerosos en la historia del fútbol, sucumbió ante un equipo que languideció este año en el séptimo puesto de la liga francesa y que necesita coronarse por primera vez en este certamen si es que desea disputarlo en la próxima edición
“Es increíble, porque somos el equipo sorpresa”, valoró el arquero de Lyon, Anthony Lopes. “No pienso que muchos esperaran que nosotros llegáramos a esta etapa de la competencia. Tenemos el derecho de seguir soñando y creyendo”
La eliminación dejó a Pep Guardiola sin títulos de Champions desde 2011, cuando se coronó con el Barcelona. El reputado estratega ha naufragado en tres intentos con el Bayern Munich y no ha pasado siquiera de los cuartos de final en sus cuatro campañas con el City.
“Hemos tenido más ocasiones, pero hemos cometido errores, y en esta competición no puedes fallar”, explicó el técnico español. “Es difícil, pero es parte del juego. Hay que entenderlo. Ahora hay que intentarlo otra vez. El fútbol da otras oportunidades y hay que intentarlo”.
La decisión de Guardiola, de colocar una formación poco habitual con cinco defensas para adaptarse al esquema del Lyon resultó un error funesto.
Esa zaga fue vulnerada fácilmente por Maxwel Cornet, quien abrió el marcador a los 24 minutos.
“Ganamos la batalla táctica, dado que dominamos nuestro sistema de juego”, consideró Rudi García, el entrenador de Lyon.
Kevin De Bruyne igualó a los 69, pero Dembélé ingresó como sustituto seis minutos después y devolvió la delantera al club galo a los 79.
Y luego llegó una jugada que perseguirá a Sterling como una pesadilla. El delantero del City envió a las nubes un disparo cuando tenía frente a sí el arco abierto.
Dembélé anotó de nuevo para sepultar las esperanzas de los Citizens, que se han estrellado tres campañas consecutivas en los cuartos de final. El equipo inglés jamás ha sido campeón de Europa, pese a la llegada de generosas inyecciones de efectivo de Abu Dhabi desde 2008.
“Necesitamos aprender. Esto no es suficientemente bueno, así es”, dijo De Bruyne. “Diferente año, el mismo resultado”.
La mayor victoria del City en la Liga de Campeones durante esta temporada llegó en los tribunales. Sus abogados lograron revocar una suspensión de dos años que se le había impuesto en las competiciones europeas.
Pero un conjunto que había eliminado en la ronda previa al Real Madrid, 13 veces monarca continental, no tenía en el libreto una derrota ante el Lyon.
“A veces hay clubes que tienen que romper una barrera, como la nuestra en cuartos, y creo que este grupo lo acabará consiguiendo”, manifestó Guardiola.
En las semifinales, chocarán equipos franceses contra alemanes, dentro de esta conclusión anormal de la Liga de Campeones a consecuencia de la pandemia, en una sola sede y con partidos únicos de eliminación directa, en vez de duelos de ida y vuelta.
“Esta competición a un solo partido tiene sus ventajas y sus inconvenientes”, concluyó Guardiola.
El martes, París Saint-Germain se mide con Leipzig, que jamás ha disputado una semifinal de la Champions. A la noche siguiente, Lyon se topará con el Bayern.
“Haber llegado al lugar donde estamos no es cuestión de suerte”, precisó Cornet. “Trabajamos realmente duro en los entrenamientos antes de volver al fútbol competitivo”.