La frontera colombo-venezolana está cerrada para el ciudadano común; el trabajo formal, pero sigue abierta para las mafias, el narcotráfico y todo lo ilícito, reveló la presidenta de la subcomisión de Asuntos Fronterizos de la Asamblea Nacional, diputada Gaby Arellano, al ofrecer un balance tras cumplirse cinco años de cierre de esta zona fronteriza
Arellano indicó que durante la sesión ordinaria, participaron la titular de la organización no gubernamental Control Ciudadano para la Seguridad, Rocío San Miguel, así como el exdiputado Walter Marqués. Resaltó que la frontera venezolana pasó de ser la puerta de entrada al comercio a ser la de salida de más de cinco millones de venezolanos, desplazados forzosos.
Asimismo, fue enfática en señalar que parte del balance de estos cinco años de cierre de frontera llama la atención la ausencia del ministro del régimen de Maduro, Gerardo José Izquierdo Torres, designado en el 2014 como “Ministro de Estado para la Nueva Frontera de Paz, que nadie ha visto en cinco años y cómo dijo la doctora Rocío San Miguel, pareciera que se lo tragó la frontera”.
Detalló que con las medidas del régimen sólo se ha profundizado la colocación de bases militares rusas e iraníes que no han resuelto ninguno de los problemas fronterizos “pero si ha permitido el libre tránsito de grupos paramilitares. En conclusión: en cinco años se ha incrementado las mafias que apoyan a Nicolás Maduro, en detrimento a la degradación de la vida de los venezolanos”, aseguró.
