El presidente argentino Alberto Fernández anunció este viernes la extensión de la cuarentena hasta el 30 de agosto sin apenas modificaciones ante el incremento de los contagios del nuevo coronavirus e instó a la población a ser paciente hasta que la vacuna esté disponible.
Fernández advirtió en un acto oficial que los contagios se han extendido a todo el país, debido principalmente a que la población ha incrementado los contactos sociales, pero apuntó que por primera vez desde que el 20 de marzo rige la cuarentena hay un “horizonte” de que “en no mucho tiempo más vamos a poder recobrar los abrazos y la cercanía”.
El presidente se refirió así al anunció que realizó dos días atrás de que Argentina y México se asociaron con el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca para la producción y distribución de una vacuna experimental contra el coronavirus en cuya elaboración está trabajando la Universidad de Oxford y que podría comenzar a ser aplicada en los primeros meses del año próximo.
Según este acuerdo, el país sudamericano tendrá bajo su órbita la fabricación de la vacuna, mientras que México se ocupará del envasado y distribución en toda la región, excepto Brasil.
Fernández, quien estaba acompañado de las autoridades de Buenos Aires y de la provincia homónima, dijo que mientras la ciencia avanza desde el lunes y durante las dos semanas siguientes “se mantendrá el sistema que hoy tenemos con algunas correcciones”.
Al respecto señaló que algunas zonas “rojas” o de mayor infección que se han detectado en provincias como las norteñas Salta y Santiago de Estero volverán a una “fase 1”, que prevé mayores restricciones.
En tanto, en la capital las medidas de aislamiento continuarán con la salvedad de que se habilitarán algunas actividades profesionales y la práctica de deportes individuales que no especificó.
Fernández enfatizó la necesidad de evitar los encuentros sociales en referencia a que un número creciente de personas no cumple la cuarentena y mantiene reuniones familiares en sus casas y a que cada vez más jóvenes celebran “fiestas clandestinas”.
“Los sistemas de salud empiezan a mostrar grados de ocupación preocupantes”, afirmó.
Desde que en marzo impactó la pandemia en Argentina, más de 276.000 personas se han infectado y cerca de 5.500 han fallecido. El país sudamericano es uno de los de la región donde menos muertes se han registrado, según las autoridades.
La nueva prórroga de la cuarentena se anunció en medio del hartazgo generalizado de la sociedad por las restricciones y la agudización de la crisis económica debido al menor volumen de actividad.
Desde marzo, el fútbol está suspendido y las escuelas cerradas en la casi totalidad del país; tampoco están habilitados los vuelos comerciales, no están permitidos los conciertos ni los boliches, y en los restaurantes y bares únicamente trabajan bajo la modalidad de los envíos o retirada de la comida.
En tanto, Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de Buenos Aires, señaló que aunque en la capital -el principal foco de infección junto con las localidades de alrededor- hay una “estabilización en el número de casos», el nivel de infectados es alto, por lo que es necesario “lograr que esa curva empiece a bajar”.
Dijo que algunos de los pocos cambios previstos son la reapertura de comercios situados en zonas de mucha circulación y el uso de hoteles para alojar a personas que necesitan viajar a la capital para trabajar o someterse a tratamientos médicos.
También se habilitará la práctica de actividades deportivas individuales y al aire libre, lo que será detallado durante lo que resta de la semana.