El proyecto “Cada Familia una Escuela”, promovido por el Ministerio del Poder Popular para la Educación -hasta ahora- no ha sido favorable conforme a la opinión de padres y representantes, quienes valoraron esta iniciativa respecto a las circunstancias generadas por el coronavirus, así lo sostuvo el señor Francisco Navarro.
Explicó, en referencia a lo expresado por padres y representantes, que el citado proyecto demanda un sistema comunicacional que funcione en perfectas condiciones, y éste –en particular- no es el caso.
“Las fallas en el internet son frecuentes, las interrupciones en el servicio eléctrico son constantes y cuando esto ocurre, las telefonías celulares no funcionan, adicionalmente, no todo el mundo tiene un teléfono celular que en estos tiempos están costosísimos”, relató Navarro.
A su juicio, otros de los factores que considera negativos “es el abuso por parte de algunos educadores, quienes se desatan a enviar trabajos por demás, sobre todo en las materias prácticas. Esto representa en muchos casos un gasto adicional porque nuestros hijos requieren del asesoramiento de profesores especialistas en cada materia, lo cual significa que estamos frente a un modelo educativo privatizado”, explicó.
Sin embargo las limitaciones no quedan allí tal como lo detalla Navarro, debido al alto costo de los útiles escolares que constituye otra adversidad para los padres y representantes. Citó como ejemplo un portafolio que “cuesta 4 dólares y no todos tenemos ese dinero para comprarlo; por una sencilla razón, si lo compramos, no comemos”.
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