El doctor Rafael Simón Jiménez, quien renunció este jueves como vicepresidente del Consejo Nacional Electoral del régimen de Nicolás Maduro, nombrado por el TSJ el 12 de junio, afirmó que en este momento la
situación política, económica y social es mucho más dificultosa que cuando aceptó ese cargo.
Al ser entrevistado por Elimpulso.com, dijo que para comenzar a enfrentar esta crisis tiene que haber un acuerdo y, desde luego, escoger la vía democrática, para comenzar a resolver la crisis que agobia a toda la
población.
Señaló que «tenemos un país destruido, política, económica y
socialmente, que reclama soluciones adecuadas».
Comentó que Juan Guaidó y el G-4 (Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo) han transitado los más diversos caminos, pero no han encontrado ninguna salida y, por lo tanto, se plantean dos aspectos fundamentales:
Primero, elaborar un mensaje renovador que le de confianza y esperanza a la población. Segundo, lograr la unificación de todas las organizaciones que conforman la oposición, para convertirla en una poderosa fuerza que
verdaderamente pueda producir el cambio que requiere el país.
Es por ello que al volver al activismo político, piensa que puede contribuir en algo en el trabajo que se requiere para ese proceso.
Considera que las votaciones convocadas para el 6 de diciembre se van a realizar.
-¿Se cuentan con el número de máquinas y equipos destruidos en el incendio del depósito del CNE en Filas de Mariches, en marzo de este año?
-Eso está resuelto mediante un contrato que se hizo, durante la presidencia de la doctora Tibisay Lucena, con Ex Cle, una empresa argentina venezolana.
«Con toda seguridad puedo asegurar que se harán esas
votaciones. No sé cómo fue el contrato, ni quien o quienes recibieron comisiones», dijo.
Jiménez, al renunciar a su cargo, aseguró que lo hacía por el “cúmulo de cosas”, sin precisar mayores detalles el asunto.