Hace menos de tres meses llegaron los buques desde Irán a tierras venezolanas con combustible, lo que tenía como objetivo palear la crisis en la distribución de gasolina que se vivía en el país.
Inicialmente, el problema se minimizó un poco. En las estaciones de servicio de Barquisimeto comenzó la distribución de gasolina a precio subsidiado, y en otras, a costo internacional. Pero a finales del mes de julio, el caos por la falta de combustible volvió, y de forma más aguda.
Las distintas estaciones de servicio ubicadas en el este de Barquisimeto están repletas de vehículos, donde los usuarios hacen kilométricas colas con la esperanza de surtir combustible. Pero en la mayoría de los casos, terminan perdiendo su tiempo y regresando a sus hogares sin la gasolina.
Esta situación se refleja tanto en las bombas con combustible subsidiado, como en aquellas destinadas a surtir gasolina a precio internacional.
Incluso, muchos barquisimetanos, cansados de perder su tiempo en las estaciones de servicio con gasolina subsidiada, han tomado la decisión emergente de hacer la cola en las bombas «premiun», teniendo que invertir mucho más dinero por la necesidad de adquirir el combustible.
Pero hoy en día, ni dichas estaciones de servicio dan la garantía de surtir gasolina.
Antonio Alvarado, contó a Elimpulso.com, que luego de durar más de 48 horas haciendo la cola en una bomba subsidiada, se trasladó hacia el este de la ciudad para equipar en una estación de servicio «premium», pero dijo que ni allí había combustible.
«Rodé, cansado, molesto y con hambre con el poquito de gasolina que tenía para una bomba premium, porque tengo la necesidad, pero cuando llegué, habían demasiados carros y no había llegado la gasolina (…) me tuve que devolver sin nada«, contó.
En medio de la pandemia de la COVID-19 y la cuarentena social, los barquisimetanos están atravesando día tras día por otra situación que genera estrés, ansiedad, preocupación y gastos: La falta de combustible.