“La justicia es la reina de las virtudes republicanas y
con ella se sostiene la igualdad y la libertad”.
Simón Bolívar.
“El Libertador”.
En su obra “El Espíritu de Bolívar”, página 126, dice Rufino Blanco Fombona, Cito:
“(…) Tuvo en grado altísimo el sentimiento de la patria y el de la libertad, que él confundía en uno involuntariamente, por cuanto la libertad en América equivalía a que las colonias esclavizadas se convirtiesen en países soberanos. El creo o difundió en su tierra nativa y en otras tierras americanas el sentimiento que apenas existía fuera de una exigua minoría o que apenas existía en cierto número de personas, favorecidas por la educación, por la lectura, por los viajes y por dones de fortuna. Todo ello permitía comparar y sentir mejor la esclavitud de la patria; tal sentimiento es lo que aquí llamamos patriotismo. Tal sentimiento y la voluntad de sacrificio para que aquel estado de cosas pudiera cesar.
Su sensibilidad moral no colide con la Proclama de Guerra a Muerte. Antes, la Proclama, la confirma. Aquel famoso y combatido documento es producto de una sensibilidad exasperada. En su Proclama de Mérida el 8 de junio de 1813, aduce las tropelías de Monteverde en Caracas, las atrocidades de Antoñanzas en Calabozo y San Juan de los Morros, las crueldades contra los americanos en Quito, La Paz, México, y, recientemente en Popayán.
Ya en ese documento ruge: “más estas víctimas serán vengadas, estos verdugos serán exterminados. Nuestro odio será implacable y la Guerra será a Muerte”, Siete días después en Trujillo declara la Guerra sin Cuartel. Lo peor es que entre las víctimas que aduce como demandadores de venganza, cuéntese el abogado Antonio Nicolás Briceño y otros a quienes fusilaron los españoles por aquellos días en Barinas y estuvieron muy bien fusilados. Pero no se olvide esto: la proclamación de la guerra a muerte fue una reacción, acaso exagerada, de la sensibilidad de Bolívar. Fue también otra cosa: el desquite, la sanción contra crímenes horrendos y constantes contra el Derecho de Gentes. Así, el Derecho de Gentes, en principio, esculpa aquel acto terrible (…) F de la C.
Decía Abraham Lincoln
“La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”.
Del griego démos: pueblo; cratos: poder. Se trata de una doctrina o sistema político en que la soberanía del Estado independientemente del nacimiento o la riqueza. Pertenece al pueblo, que la ejerce con los representantes libremente elegidos por mayoría de votos de todos los ciudadanos (democracia representativa, parlamentaria, indirecta).
Decía el Padre de la Patria:
“La continuidad de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el termino delos gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarle.”
De Juan Bautista Alberdi tomo:
“La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende”…
John F. Kennedyexpresó:
“La democracia es una forma superior de gobierno, porque se basa en el respeto del hombre como ser racional”.
Es necesario restablece el Estado de Derecho para emprender la recuperación del país.
Seguir el mandato de El Libertador:
“La unión debe salvarnos,
como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros”.
Maximiliano Pérez Apóstol