La apertura de una negociación entre las partes principales del debate nacional para lograr una salida política y pacífica del drama que vivimos y que permita restablecer la convivencia ciudadana, poner en manos del elector soberano el destino inmediato de nuestra patria y superar cuanto antes el trágico desencuentro entre los venezolanos, proponen personalidades vinculadas con la vida universitaria, en una declaración inicial de “Universitarios por Venezuela».
En este documento, elevado este martes a la sesión de la Asamblea Nacional, y con la finalidad de dar tiempo para la evaluación de esta propuesta, expresan su apoyo a la iniciativa de ilustres personalidades destinada a solicitar la suspensión de las elecciones del 6D.
El texto de la declaración expresa:
UNIVERSITARIOS POR VENEZUELA DECLARACIÓN INICIAL En una hora particularmente difícil para la República y para la Universidad venezolana, ciudadanos y ciudadanas de distintas generaciones, de diversas profesiones o realizando estudios universitarios y de todas las regiones del país, motivados por el compromiso con Venezuela que aprendimos y honramos en la Universidad en la oportunidad del ejercicio de funciones de dirección institucional o de liderazgo estudiantil y gremial, hemos adoptado la determinación de agruparnos y darnos una organización nacional bajo la denominación de UNIVERSITARIOS POR VENEZUELA. Venezuela parece un estado en trance de demolición. La ruina de los ciudadanos alcanza extremos desconocidos, el pésimo funcionamiento de servicios públicos esencialísimos, el indetenible deterioro de la economía real y el colapso de la industria petrolera, corazón y sangre de la sociedad venezolana, han llegado a niveles inimaginables. La destrucción de nuestro signo monetario, la hiperinflación y los salarios de hambre son la constante en la rutina diaria de los venezolanos. En el ámbito político, se venía apreciando la progresiva sustitución de la democracia electoral por la plebiscitaria, con la concentración caudillista de todos los poderes en una sola mano y enfatizando el estilo carismático de la mal llamada democracia directa. No obstante, al revelarse insuficientes, se ha recaído en formas abiertamente dictatoriales. Las consecuencias en el orden social, político y económico fueron más que evidentes. Las detenciones arbitrarias y los castigos sin juicio y sin atenerse a las formas de la normativa legal vigente se multiplican. Las cárceles se saturan de presos políticos, las agresiones contra protestas pacíficas plenamente justificadas siguen su marcha, la diáspora despierta horror en el mundo. El estado de derecho no existe, el cambio democrático es urgente e inevitable. El llamado a elecciones libres, transparentes y rigurosamente observadas internacional y nacionalmente, sustentan la generosa solidaridad planetaria que se ha extendido hasta el reconocimiento de la legítima Asamblea Nacional y el interinato de Juan Guidó, lo que también favorece la lucha de los venezolanos por la libertad y la prosperidad. Saludamos, en este contexto, la visita a nuestro país de la delegación del Reino de Noruega, en su intento de continuar propiciando una negociación entre las partes. Para auspiciar un desenlace político, pacífico y democrático necesitamos resolver con urgencia la lamentable desunión de quienes están dispuestos a trabajar por la reconstrucción de Venezuela y la elevación de los niveles de vida y seguridad de los ciudadanos. Ha sido incomprensible que, mientras crece la solidaridad mundial, en nuestra nación, por sinrazones muy difíciles de explicar, la unidad de los factores políticos brilla por su ausencia y la rivalidad por absurdas hegemonías continúa. Nosotros, universitarios entregados a la causa de la redención del país, sentimos la obligación moral de felicitar el reciente Manifiesto del Consejo Superior de la Democracia Cristiana suscrito por gran cantidad de afiliados a la doctrina del catolicismo social, por su rica idea acerca de la unidad que, proponiéndose la unión de toda la familia democristiana, la extiende al país entero. Ese gesto unitario, junto a crecientes pronunciamientos de diverso origen en el mismo sentido, lo compartimos y dirigimos a la gran comunidad universitaria venezolana, a los estudiantes, profesores, empleados, obreros y directivos de educación básica y al país como un todo. La amplitud de nuestro mensaje significa que la unidad tiene que seguir creciendo para no desaparecer. Al contrario, está condenada a vencer y eso pasa por los lazos cada vez más amplios que los aten a los ciudadanos de este país. Proponemos la apertura de una negociación entre las partes principales del debate nacional para lograr una salida política y pacífica del drama que arriba resumimos y que permita restablecer la convivencia ciudadana, poner en manos del elector soberano el destino inmediato de nuestra patria y superar cuanto antes el trágico desencuentro entre los venezolanos. Obviamente, tenemos que ganar un tiempo para alcanzar semejante desideratum y en tal sentido apoyamos la iniciativa de ilustres personalidades destinada a solicitar la suspensión de las elecciones del 6D. Firman la presente Declaración: Ex-Rectores: José Mendoza Angulo, ULA; Néstor López Rodríguez, ULA; Luis Ugalde s.j.,UCAB; Giuseppe Giannetto, UCV; Genry Vargas Contreras. ULA; Lester Rodríguez Herrera, ULA; María Luisa Maldonado,UC; Rectores: José Virtuoso s.j, UCAB; Benjamín Scharifker, UNIMET, (Ex-Rector USB). Ex-Presidentes de la FCU de la UCV: Jesús Carmona, Héctor Pérez Marcano, Américo Martin, Pastor Heydra, Alexis Ortiz, Eladio Hernández, Freddy Valera, Diego Scharifker, Hasler Iglesias, Julio Casa, Héctor Moreno, Gonzalo González, Stalin González, Tony Chacón. Ex-Presidentes de la FCU de la ULA: Julio César Tallaferro, Etanislao González, Caracciolo Betancourt, Carlos Boves, Macario González, Carlos Castillo, Omar Ruiz, Rafael Mora, Winston Cabas, Caracciolo León, Liliana Guerrero.