Recientemente los partidos entorno al G4 han oficializado su llamado a la no participación en los comicios electorales para elegir a los diputados a la AN. Luego de señalar su mayor vocero que todas las opciones estaban arriba, debajo y a los costados de la mesa, se juegan su única y real postura, la ABSTENCIÓN. Llama la atención que ante tal pronunciamiento que no hay una propuesta alternativa que oriente a dirigir una acción que lleve a la salida del gobierno, simplemente quédate en casa que estamos derrotados, como en la pandemia, quédate en casa que no hay vacuna.
Nuevamente la dirigencia que en los últimos años ha llevado el papel protagónico de la oposición se vuelve a equivocar, regresamos al 2005, vamos derrota tras derrota y el “Mariscal de Campo”, no cambia la estrategia, mientras el enemigo avanza conquistando más terreno en el campo de juego, lo que es lo mismo, más espacios de poder. Eso no es todo, lo peor es que los jugadores del equipo no se dan cuenta, que como están jugando no dan pie con bola, que la estrategia seguida no los va a llevar a ninguna parte. Si el juego está cantado, los Mariners no van a venir, los de aquí no se van alzar, solo una fuerza interna que se establezca con pie en tierra, dará al traste con el régimen, y eso se logra es ganándole en campo enemigo, con sus reglas, con el mejor equipo, que sin duda es el soberano.
Bien decía Jorge Bitar “Yo pondría fe en los procesos electorales, porque además ellos están en la constitución y eso es a lo mejor lo único a lo que puedes agarrarte, para ello necesitas construir unidad, un discurso esperanzador, que sea salir adelante y también movilización de la ciudadanía, si no hay movilización de la ciudadanía no va a ver apoyo internacional para resguardar unas elecciones limpias y transparentes”. Frente a esta recomendación dada a la oposición venezolana por invitación del gobierno interino, sus actores y el G4, no la toman en cuenta, prefiriendo hacerle el juego a la estrategia del régimen de dividir la oposición y promover la abstención.
Cuando señalo lo anterior me baso en primer lugar en el hecho notorio y cierto de que el G4 no construye unidad y sus seguidores menos, se consideran los únicos líderes de la oposición, se creen que ellos solos son la unidad opositora y esto no es cierto, son parte de ella, pero hace rato dejaron de representar la unidad. Para alcanzar la unidad de nuevo hay que dialogar con los diversos sectores que piensan distinto dentro de la oposición venezolana.Pretender imponerse como el todo, ha sido un grave error, de allí la disidencia en los discursos. Sabemos que hay algunos que no quieren ninguna negociación, así como su equivocada razón, pero lo correcto si se quiere consolidar la unidad, es buscar lo que une y no lo que divide, seguir manteniendo la estrategia equivocada, será a futuro un gravísimo error.
Frente a lo de promover la abstención, el documento recientemente proclamado es suficiente demostración. El mismo no da respuesta a las necesidades de la gente para superar los desaciertos de las políticas económicas y sociales del gobierno. El discurso “Maduro vete ya” no esta siendo reemplazado por una esperanza de cambio en la forma de vida del venezolano.No hay una propuesta valida que acompañe a la abstención, que le de fuerza y esperanza a la población, de lograr con ello el cambio de gobierno. Es abstención y vacío, no le genera alegría a Venezuela, es una acción de negarse a un derecho para seguir al día siguiente igual.
El camino es empedrado, nadie dice que es fácil, pero el soberano espera que se le guíe con acertada dirección, no zigzagueando, un día vamos a la elección y otro no, es muy difícil de esta forma sostener una estrategia seria que genere confianza en el pueblo que sufraga.Es pedirle al soberano que se abstenga sin darle alguna opción. Si queremos cambiar al régimen, la única opción que tenemos es salir todos a votar y luego defender ese voto con la vida, para eso solo se necesita cojones.
Miguel Antonio Parra Giménez.
@miguelparrag