Según los datos de la encuesta sobre la Percepción Ciudadana de la Letalidad Policial 2019-2020 , presentada en julio de 2020 por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), al aprecer Venezuela registra la más alta tasa de letalidad policial en el continente.
El director del OVV, Roberto Briceño-León, y los equipos del OVV Zulia y OVV Lara, ofrecieron las conclusiones en una conferencia virtual, en la cual explicaron que 80% de los venezolanos encuestados rechazó la tortura como método policial, mientras que 69% calificó de manera negativa los procedimientos de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), porque no dan buenos resultados para la disminución de los delitos.
El sociólogo Briceño-León, profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, destacó que “hay un cambio en la participación de los cuerpos policiales que ejercen mayor letalidad porque los grupos policiales se mudaron a grupos comando. Existe una brecha abismal entre la probabilidad de ser víctima entre los civiles y los funcionarios”.
Por su parte, el también sociólogo y coordinador del OVV Lara, Carlos Meléndez, explicó que “la violencia policial en Lara se incrementó y se transformó. Hay mayor uso de la fuerza letal por parte de los cuerpos policiales, tanto en acciones que presuntamente van dirigidas a la eliminación de la criminalidad común, como en acciones que tienen un claro propósito político».
Melendez añadió que una muestra de lo anterior, es el aumento de la privación en el ejercicio de las libertades, de los derechos fundamentales, y en el accionar ciudadano generado por la acción policial.
El coordinador del OVV Lara resaltó durante el encuentro que la política de mano dura se alimenta, entre otras cosas, de “una compleja legitimación de la acción letal frente a la criminalidad por parte de algunos sectores de la sociedad”.
Para el especialista, las acciones letales que sistemáticamente realizan las FAES se reproducen en un contexto en el que hay soportes subjetivos compuestos por la creencia de que aplicando mayor fuerza se garantiza la seguridad.
Además de esos elementos del contexto en el que se desenvuelven las FAES,
para el profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y director de la Licenciatura en Desarrollo Humano, el nuevo perfil de la policía en Venezuela se desarrolla en un marco donde se acelera el “apoyo de mecanismos ilegales de acumulación, el uso ilegítimo del poder, las hegemonías políticas y el debilitamiento del estado de derecho”.
Enfatizó Meléndez que la instrumentalización política de la policía se ve expresada en el apoyo de los gobernantes locales, quienes justifican el comportamiento de las FAES sin tomar en cuenta que dentro de estos organismos crece un factor criminal que, a futuro, puede ocasionar más daños de los que ya ha hecho.
Mayor actividad de las FAES en Centroccidente
Meléndez informó que durante los meses de cuarentena hubo mayor actividad de las FAES en el resto de la región centroccidental, lo cual es muestra de la ampliación de su poder en otras entidades que mantienen una relación funcional con el estado Lara.
“En la medida que este cuerpo de seguridad adquiere más autonomía dentro del sistema de justicia penal en Venezuela, hay mayores posibilidades de que aumente su participación en otras actividades ilícitas”, afirmó.
Otro de los resultados de la encuesta explicado por Meléndez, es que las FAES comienzan a tener un modelaje para el resto de las instituciones policiales regionales, que se están convirtiendo en más letales.
Este hecho es rechazado por la sociedad, asegura, porque involucra procedimientos como la desaparición física de presuntos delincuentes, represión a la protesta por derechos sociales, detenciones arbitrarias a líderes políticos-comunitarios y asesinatos de jóvenes por presuntamente participar en actividades en contra de los gobiernos locales.