Gaby Arellano, presidenta de la Subcomisión de Asuntos Fronterizos de la Asamblea Nacional (AN), aseguró que los Puntos de Atención Social Integral (PASI) instalados en las fronteras para contener la propagación pandemia de la COVID-19, “son campos de concentración y esclavitud que viola la dignidad humana» de los venezolanos que regresan al país.
La diputada emitió estas declaraciones durante la tercera sesión virtual de la instancia legislativa realizada este viernes, quien además denunció que Freddy Bernal en la frontera entre el estado Táchira con Colombia, «creó un negocio de mafias», con la venta de “brazaletes” para aquellas personas que quieren ingresar inmediatamente al país, sin trabas.
“Ese brazalete se ha prestado para mafias, venden este brazalete para tratar de agilizar el paso, el tiempo promedio que tiene un venezolano para pasar la frontera es entre 4 a 20 días, pero si pagas el brazalete a la Guardia Nacional venezolana, puede pasar, en horas por el Puente Simón Bolívar”, reveló.
Afirmó que con este nuevo mecanismo ilegal de ingreso al país, Freddy Bernal viola el derecho humano consagrado en el artículo 13 de Declaración Universal de Derechos Humanos”.