La cuarentena decretada a raíz de la llegada de la Covid-19 puso en riesgo la calidad de vida de toda la población, pero el mayor riesgo lo corren los adultos mayores.
Ellos son una parte vulnerable dentro de la emergencia humanitaria compleja que se vive en el país. Sobre todo porque están obligados a salir a la calle para trabajar y «rebuscarse» algún ingreso que les permita comer al menos una vez al día y comprar sus medicinas.
Vejez en riesgo
Según cifras de la organización civil Convite, «el 23% de los adultos mayores en Venezuela pudieran estar viviendo solos. Mientras que tres de cada cinco se van a la cama con hambre». El pago mensual para pensionados y jubilados es de 400 mil bolívares, el equivalente a 2,5 dólares.
En Maracaibo la situación de los adultos mayores no escapa de esta realidad nacional.
La mayoría de los que viven solos es debido a que sus familiares más cercanos han emigrado del país. Un pequeño porcentaje que sobrevive a punta de las remesas que reciben de sus hijos o nietos desde el exterior.
Gran parte de lo recibido es invertido en comprar alimentos y medicinas para seguir con sus tratamientos médicos. Las patologías más frecuentes entre el grueso de la población de adultos mayores son hipertensión arterial, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
«En mi casa solo estamos mi esposa y yo, con nuestras pensiones no compramos nada. Si no es por lo que nos envían nuestros hijos no sé como haríamos», comenta Julio Blanco pensionado de 72 años de edad.
«Mi mamá sufre de hipertensión y un blister de diez pastillas de las que ella toma cuesta 300 mil bolívares», refiere otra persona consultada. «Para cubrir un solo mes de tratamiento necesito casi un millón de bolívares o más. No siempre dispongo de ese monto para poder hacerlo», admite.
Volver a la calle para trabajar
Tomando en cuenta las recomendaciones de las autoridades de salud a nivel mundial que rigen para la población en general, la más importante es la de permanecer en casa.
Especialmente para los mayores que tienen alguna patología previa, estos deben extremar al máximo la precaución para evitar contagiarse con el virus.
Sin embargo, esto es casi imposible, ya que muchos adultos deben salir a la calle para encontrar algún «rebusque» que les permita ganar dinero y poder completar para comprar comida.
La situación para la compra de alimentos no es muy diferente. Por ejemplo, una bolsa de Lactovisoy de 500 gr. cuesta alrededor de 600 mil bolívares.
«Muchas de estas personas solo comen una vez al día. Si logran comer dos veces se sienten afortunados», dice un fuente consultada.
Ahora con la cuarentena radical en la ciudad, con el 90% del comercio paralizado, el alto costo de los alimentos y medicinas, las condiciones de vida de los mayores desmejoró aceleradamente.
«Ya no estamos haciendo nada. Solo nos queda intentar seguir viviendo en medio de todo esto», manifiesta Ivonne Rojas, de 68 años y quien reside en el sector La Pomona.
Si en otras partes del mundo en las que la Covid-19 ha impactado mucho más a la población de adultos mayores, no hay razón para pensar que la situación aquí no será diferente. Y es más que preocupante debido a la crisis económica.
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