Un fiscal especial en Suiza abrió un proceso penal contra el presidente de la FIFA Gianni Infantino por una reunión que mantuvo con el fiscal general del país, sumiendo a la entidad rectora del fútbol mundial en otro escándalo.
La FIFA dijo que Infantino cooperará con las autoridades suizas.
El fiscal especial, Stefan Keller, concluyó que existen suficientes pruebas para presentar el caso ante un tribunal tras investigar las circunstancias en torno a una reunión que Infantino sostuvo con Michael Lauber, el fiscal general de Suiza que presentó su renuncia la semana pasada.
Keller descubrió “elementos que muestran conducta censurable”, de acuerdo a un comunicado divulgado por la entidad suiza que supervisa a la fiscalía federal.
El fiscal especial también abrió un proceso penal contra el fiscal del Alto Valais, Rinaldo Arnold, y pidió la autorización para abrir una causa contra Lauber, añadió el comunicado.
Keller, un experto legal que fue designado como fiscal especial el 29 de junio, encontró que los posibles delitos incluyen abuso de autoridad, violación de secretos oficiales, “obstrucción de procedimientos penales” e “incitación de estos actos”, dijo la autoridad supervisora de la fiscalía general en su comunicado. Añadió que se contemplan otros delitos y causas.
Los sospechosos en casos similares tienen el beneficio de la presunción de inocencia en Suiza hasta que se complete el proceso.
Bajo el código penal suizo, ser encontrado culpable por abuso de autoridad puede derivar en condenas de hasta cinco años de prisión. La violación del secreto oficial y la obstrucción de procedimientos penales conllevaría hasta tres años de prisión cada uno. También se pueden imponer multas financieras en cada uno de los cargos.
La FIFA respondió que está al tanto de la decisión del fiscal especial y que tanto Infantino como el organismo “se encuentran a disposición de las autoridades suizas y cooperará plenamente, como siempre hemos hecho, con esta investigación”. También recordó los escándalos que golpearon a la entidad antes que Infantino asumiera la presidencia, y subrayó que reunirse con fiscales era algo necesario.
“Como presidente de la FIFA, ha sido mi objetivo desde el primer día, y sigue siéndolo, ayudar a las autoridades en la investigación de previos delitos en la FIFA», dijo Infantino. “Funcionarios de la FIFA se han reunido con fiscales en otras jurisdicciones en todo el mundo con ese preciso objetivo”.
La FIFA también recordó unas declaraciones de Infantino durante una rueda de prensa virtual el 25 de junio. “Reunirse con el fiscal en jefe o el secretario de Justicia de Suiza es perfectamente legítimo y perfectamente legal”, dijo Infantino entonces. “No se transgrede nada. De lo contrario, también es parte de los deberes fiduciarios del presidente de la FIFA”.
Lauber presentó su renuncia al viernes, minutos antes que un tribunal federal ratificase una denuncia de que mintió sobre una reunión que mantuvo con Infantino en medio de una abarcadora investigación sobre corrupción en el fútbol. Lauber había apelado tras haber sido sancionado en marzo por faltas de ética.
El caso disciplinario contra Lauber se enfocó en la reunión que sostuvo con Infantino el 27 de junio de 2017 en un hotel de Berna, y en la que el fiscal no tomó notas. Ambos dijeron después que no recordaban los detalles de lo que hablaron en lo que fue su tercera reunión en un periodo de 15 meses.
“Tomando como base la experiencia diaria, semejante amnesia colectiva es una aberración», dijo el tribunal federal la semana pasada.
Infantino asumió la presidencia de la FIFA como consecuencia de las investigaciones que remecieron a la entidad en 2015. El entonces presidente Joseph Blatter, quien había anunciado previamente su intención de renunciar tras el arresto de docenas de dirigentes del fútbol, fue vetado de por vida del deporte.
Michel Platini, quien asomaba como favorito para sustituir a Blatter y se desempeñaba entonces como presidente de la UEFA, también fue suspendido.
Ante el vacío de poder, Infantino, quien era el secretario general de la UEFA, buscó la presidencia de la FIFA. El suizo-italiano fue elegido en 2016 al vencer en las elecciones a Sheikh Salmansaw, presidente de la Confederación de Asia. El dirigente de Bahréin es un vicepresidente senior de la FIFA y sería el encargado de reemplazar interinamente a Infantino en caso que sea suspendido por la investigación penal.