La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) evaluó el impacto de la pandemia COVID-19 en el sector empleo e ingresos.
La pérdida de empleo por motivos de las restricciones de la movilidad aumentó en 6,9 puntos porcentuales a nivel nacional y hasta un 43% de los hogares del país reportan imposibilidad de trabajar o pérdida de ingresos.
El impacto del COVID-19 ha sido universal, pero mucho más en Venezuela porque ya teníamos una crisis económica que había generado el crecimiento de la economía informal, la cual se ha hecho indetenible al paso de los días como consecuencia de la cuarentena.
Al hablar de la situación, Robert Sánchez, secretario general del Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo del estado Lara (SEPEEL), indica que debido a los bajos salarios, la administración pública nacional ha visto reducir su nómina de 3.500.000 personas a 2 millones 800 mil; es decir, aproximadamente el 25 por ciento. A ellos habría que agregar más de tres millones y medio de jubilados y pensionados.
La mayoría de los trabajadores de la administración pública que abandonaron sus puestos han ido a ingresar la economía informal, cuyo crecimiento es indetenible.
Por su parte, el abogado laboral y profesor universitario, señaló que el problema que existe para conocer realmente la situación del empleo, desempleo, fuentes de trabajo y demás detalles relacionados con la materia laboral, es que no hay cifras oficiales.
Hace mucho tiempo que el Ministerio del Trabajo dejó de suministrar información, aunque se desconoce si ha hecho estudios sobre la población activa.
El sector productivo, fundamentalmente el empresarial, ha dado a conocer la reducción de sus actividades como consecuencia de la cuarentena que le impide funcionar a plenitud; pero, existe la duda de cuántas empresas van a poder sobrevivir, una vez que pase la pandemia.