Las autoridades reactivaron este lunes las acciones para sofocar los incendios intencionales en las islas del delta del Río Paraná, que han afectado áreas de gran riqueza natural y llenado de humo la ciudad argentina de Rosario.
Aviones hidrantes y miembros del grupo Albatros, una fuerza de élite de la Prefectura Naval, fueron enviados por el gobierno nacional para combatir los focos ígneos que se reproducen desde el sábado en las islas situadas en la jurisdicción de la provincia de Entre Ríos y frente a la ciudad ribereña de Rosario, unos 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires y considerada la tercera localidad más poblada de Argentina.
Por su lado, el municipio rosarino anunció que volverá a hacer presentaciones ante la justicia federal para aportar nuevos elementos destinados a avanzar contra quienes provocan los incendios que, según naturistas, atentan contra los humedales del Delta del Río Paraná, uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad de Argentina.
Los incendios, que las autoridades adjudican a la quema de pastizales por ganaderos, comenzaron hace unos meses de forma intermitente y, cuando días atrás parecía que habían amainado por la acción de los brigadistas, se reactivaron durante el fin de semana.
Las redes sociales se llenaron de imágenes de altas columnas de humo ascendiendo por detrás de edificios de Rosario cercanos a la línea costera, acompañadas de las quejas de vecinos de esa localidad situada en la provincia de Santa Fe y a orillas del río Paraná.
Juan Cabandié, ministro argentino de Ambiente y Desarrollo Sostenible, dijo a emisoras radiales que “hay que acabar con esta quema irracional e inescrupulosa” que afecta a la salud de la población de Rosario y de otras localidades de la costa del río Paraná y que está generando la “degradación de la flora y la fauna”.
El funcionario apuntó contra ganaderos que son dueños de campos en las islas y durante el invierno austral queman pastizales para “mejorar el forraje” o alimento que dan a los animales a los que luego llevan a esa zona, que “no es su lugar habitual”.
Cabandié también criticó la supuesta inacción judicial para identificar a los dueños de los campos presuntamente responsables. “Yo mismo he hecho una denuncia penal, asociaciones civiles también…la decisión definitiva la tiene la justicia”, señaló sobre el hecho de que su cartera fuera aceptada como querellante en la investigación por las quemas.
Asimismo, cuestionó que en una reunión en junio entre funcionarios de distintas jurisdicciones el gobierno provincial de Entre Ríos “se negó” a que esa zona de un millón de hectáreas fuese declarada “área protegida”.
Según naturistas, en lo que va de año fueron quemados alrededor de 500 kilómetros cuadrados en las islas que se despliegan frente a Rosario y localidades de alrededor. Decenas de especies de peces, aves y anfibios habitan en el río Paraná a la altura de esa primera ciudad.
Miembros de Defensa Civil señalaron por su lado que no todos los incendios son intencionales y al respecto indicaron que los focos de fuego se expanden a causa de la sequía y la bajante del río, que deja mucho material combustible donde antes había agua.