Volver a Venezuela a través de las fronteras durante la pandemia de la COVID-19 significa soportar diferentes irregularidades como el hambre, la sed y las largas caminantas.
Pero más allá de eso, el problema se agudiza a llegar al territorio venezolano. Muchos de los migrantes que volvieron al país por las fronteras, aseguraron a la Voz de América que los refugios donde tienen que guardar cuarentena están en críticas condiciones.
Una de ella, Jenny Gutiérrez, mencionó que estuvo «prácticamente 15 días presa«. Siendo ella, una de las 86.000 venezolanos que, según cifras de Migración Colombia, han retornado a Venezuela en medio de la pandemia.
“Varios días nos tocó dormir en el piso y luego trajeron colchones. Habilitaron comida y agua potable porque a la escuela donde estábamos no llegaba el agua. Una travesía que no le deseo a nadie. Uno lo dice fácil, pero es difícil vivirlo”, contó.
“Hubo robos, una situación de unas muchachas que estaban como prostituyéndose por dinero. Eso era una locura. Era como vivir en una cárcel”, contó Gutiérrez, según reseñó El Nacional.