Esta ave pertenece a la familia Cracidae de la orden de los Galliformes. Se caracteriza por ser muy ruidosa y se puede observar en grupos de hasta ocho individuos.
La hembra presenta en el cuello, más abajo de la garganta, una carúncula (carnosidad) pendular de color amarillo, el macho no tiene esta característica, en su lugar presenta plumaje similar al resto del cuerpo. Esta especie se alimenta en los arboles con frutos en los estratos medio y alto del bosque.
La pava es el único miembro de un género monotípico (que no incluye subespecies) que se distribuye en forma dispersa en Venezuela, en las tres Cordilleras de Colombia, este y noroccidente de Ecuador, hasta el centro y sur de Perú.
Su hábitat natural son los bosques húmedos y nublados, normalmente en las montañas, pero en ocasiones también en zonas más bajas, entre 600 y 2.500 m de altitud.
No se tienen muchos datos sobre su situación poblacional, ya que es una de las especies de crácidos menos estudiada. Varios investigadores consideran que el tamaño de su área de distribución actual ocupa 50% menos que en años anteriores. Y se estima que en varias poblaciones datadas ya se encuentra extinta.
Amenazas
Las pavas son aves cazadas para ser utilizadas como alimento en muchas poblaciones, pero, la destrucción del hábitat por la deforestación de los bosques es la principal amenaza contra esta especie.
En Colombia y Ecuador se deteriora su hábitat por la conversión de los bosques con fines agrícolas y en los últimos años se ha vuelto especialmente vulnerable a la cacería, ya que es fácil detectarla por lo ruidosas que son.
En Venezuela se estableció por medio del decreto N° 1.485 (11/09/96) que está prohibida su cacería de manera indefinida.