Muy tensa está la situación dentro de las instalaciones de la Policlínica Carora donde hasta la fecha 13 trabajadores de dicha institución de salud privada del municipio Torres, entre ellos médicos, llevan más de un mes encerrados en el referido centro asistencial bajo sospecha de estar contagiados con COVID-19, pero en un limbo estado de incertidumbre, en virtud que no les han entregado las pruebas PCR.
En tanto, esta clínica, una de las dos más importantes de Carora se ha mantenido con las puertas cerradas por este motivo, lo que ha perjudicado a caroreños que requieren de sus servicios de salud.
La desesperación de estas personas por llevar todos esos días confinadas en espacios no cónsonos para una estadía tan prolongada, derivó en una protesta en las afueras de esta clínica por parte de familiares y trabajadores quienes a través de pancartas y consignas exteriorizaron el problema.
El motivo central de la protesta consistió en reclamarle a la autoridad sanitaria del municipio Torres la tardanza que ha tenido con ellos para entregarles las pruebas PCR, situación que los sigue manteniendo dentro de los espacios de la Policlínica Carora, en medio de dudas, pero además, alejados de sus familiares quienes hoy son discriminados por la sociedad.
Libia Chaviel, actual gerente, lamentó que durante más de un mes los caroreños no hayan podido usar los servicios médicos de la clínica, los médicos ofrecer sus especialidades a los pacientes y parte del personal en sus casas pero con deseos de regresar a trabajar, por la tardanza en la entrega de las pruebas moleculares.
Para nadie es un secreto que por la grave situación que atraviesa el Hospital Dr. Pastor Oropeza de Carora muchas son las personas que acuden a la Policlínica Carora, pero le preocupa que esta institución de salud se mantenga cerrada para recibirlos, principalmente cuando se trata de casos de emergencia y quirófano, indicó, y pidió “celeridad” en la entrega de las PCR para reabrir la clínica a todos.
Deploró el cierre temporal de la clínica y fustigó que las autoridades sanitarias la estén considerando como un centro centinela, privando a otros de buscar salud en este centro asistencial vinculado siempre con todos los caroreños.
Aseveró que las 13 personas encerradas deberían ser enviadas a sus domicilios por cuanto no representan ningún riesgo, explicando que de acuerdo a la OMS, un paciente asintomático pasado diez días y no haya presentado síntomas, no es un peligro.
A pesar de la angustia que los acompaña, tienen la esperanza de que pronto les entreguen los resultados, puedan volver a una vida normal y laboral, con lo que llevarán a cabo la respectiva desinfección de la clínica y una vez más recibirán a los pacientes bajo los protocolos de prevención.
El obispo solidario
Ubaldo Santana, obispo de la Diócesis de Carora, escribió en twitter: “Plena solidaridad con el personal de la Policlínica Carora que pide a las autoridades sanitarias correspondientes, después de más de un mes de espera, permitan la pronta reapertura de este importante centro asistencial del Municipio Torres”.
Cabe destacar que por diligencias de la iglesia católica en Carora se logró reunir a los principales actores médicos del municipio con representantes de la Diócesis en torno al delicado caso.
Encontrando en el doctor Ángel Chirinos, máxima autoridad sanitaria de Torres, recibir la solicitud, “hecha ruego”, de permitir el traslado del personal aislado en la Policlínica hasta sus casas.
En tanto, el doctor Israel Pernalete, en representación de la Policlínica ofrece la garantía de la participación de un equipo multidisciplinario que haga el seguimiento y control de dichos casos hasta tanto les den formalmente el alta médica desde las instancias que se exigen.