Después de cuatro meses de confinamiento como consecuencia de la pandemia del COVID-19, donde el 70% del comercio ha sido afectado y donde existe la probabilidad que un 30% de los negocios de este sector no vuelvan abrir sus puertas, Consecomercio propone iniciar a partir del lunes 27 de julio un proceso de desescalamiento progresivo y controlado en todos los sectores de la producción.
La información la dio a conocer el presidente del organismo, Felipe Capozzolo, en conferencia de prensa virtual, en la cual estuvo acompañado por Alejandro Vivas, presidente de Pro-Franquicias y por la Directora Ejecutiva del organismo gremial, Josefina Salvatierra.
Recordó que durante el año 2019 se hablaba de un déficit fiscal de 15%, de una caía de consumo para finales de ese año de 28% y una caída del PIB de 29,6%. Señala que si causaba alarma el año pasado, la caída del consumo de 28%, para este año lo que se esta proyectando para finales de año es una caída del consumo del 76%, advirtiendo que ante esta situación todos los sectores del país deben activarse en función de la recuperación del consumo interno, afirmando que el Ejecutivo nacional también debe activarse para que se puedan recuperar las condiciones de consumo que al final se traducen en bienestar para la gente, señalando que debemos trabajar todos juntos y unidos en pro de ese objetivo, porque una caída de estas magnitudes se va a traducir en un desconcierto, una desazón y una molestia terrible para la población venezolana que se esta enfrentando contra la dura realidad de una subsitencia que cada día se hace más dificil.
Revela que la caída de formación de capital que esta proyectada para este año, bajo las circunstancias actuales, es de un 97%, indicando que esto en términos prácticos, en que no hay capital para invertir, entonces los puestos de empleo que están en estos momentos peligran y queda claro que no habrán nuevas fuentes de empleo en un país donde no hay capacidad de inversión.
“Es allí donde tenemos que plantearnos el problema y la diferencia, entre la situación actual de quienes estamos viviendo el problema y la solución que estamos buscando para el futuro, ese puente es el trabajo y la concertación nacional, para poder obtener el capital necesario que debe entrar a Venezuela por tres vías fundamentales: en primer término por la ayuda humanitaria; segundo, por vía préstamos a financiamiento internacional y la tercera es la inversión directa en proyectos de infraestructura; esto no va a ser posible, y venimos señalándolo desde hace tiempo,y es hora de que pudiera producirse algún tipo de respuesta, no solo a favor del sector comercio, sino del ciudadano común, que pudiera producirse un tipo de respuesta cooperativa entre los factores políticos nacionales que pudiera permitir que Venezuela pudiera salir a regularizar su situación internacional y poder obtener estos financiamientos, para obtener estas inversiones y estas ayudas”, asegura.
Recordó que el PIB de Venezuela en el año 2013 sobrepasaba los 340.000 millones de dólares, mientras que PIB que se está proyectando para finales del 2020 a duras penas el PIB podrá estar llegando, a duras penas a unos US$ 50.000 millones, una caída verdaderamente estrepitosa que representa los dos tercios de nuestra economía han desaparecido, lo que evidencia que también se han perdido las fuentes de empleo y las fuentes de subsistencia de la mayor parte de la familia venezolana, agregando que no en balde entre el 80% y 90% de los venezolanos estamos pasando dificultades para poder sostenes a nuestras familias, y las fuentes de empleo, las fuentes productivas, no se escapan de ese perfil poblacional, es decir que entre un 80% y 90% de los comercios, de las empresas industriales transformadoras e incluso la actividad agropecuaria, está enfrentando dificultades reales, por lo que se impone la urgencia de entrar en un proceso de concertación nacional, de entendimiento, que nos permita marcar un punto cero, buscar un punto de inflexión y emprender el camino de la recuperación.
“Todo esto da dos cifras importantes para final de año, se habla de una caída del PIB, según cifras Cepal, para finales de año de un 26% y una encuentra reciente entre 2.000 empresas, el 30% arroja estar en severos problemas y bajo serias amenazas de tener que cerrar, y si esto se concreta, los trabajadores que de ellas dependen, quedarán desempleados, entonces hay que centrar todos los esfuerzos en la defensa del empleo”, dijo Capozzolo.
Apertura definitiva de la economía
El Presidente de Consecomercio señala que ante todas las evidencias que indican que el COVID-19 persistirá en el tiempo, no tiene sentido que las empresas que puedan trabajar en forma segura y cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad y protección, sigan manteniéndose en confinamiento, indicando están formulando una propuesta al país, que esperan comience a ser discutida y se comience a hablar de manera franca en toda la sociedad, haciendo la invitación al Ejecutivo.
“Por lo tanto proponemos a la Nación que a partir del lunes 27 podamos entrar en un proceso de desescalada controlada, concertada con todos los sectores, supervisada por las autoridades, en la cual el objeto de supervisión sea el cumplimiento de las medidas de bioseguridad, pero que se nos permita trabajar, que se nos permita salvar nuestros empleos y buscar el medio de subsistencia que nosotros necesitamos”, señala Capozzollo.
Advierte que si la situación de COVID-19 se va a extender en el tiempo, entonces cuanto antes debemos volver al trabajo, advirtiendo que Consecomercio está a la mano de todos los venezolanos para prestar el apoyo técnico, la ayuda a la sociedad venezolana en este sentido.
Ratificó que en el Comercio ya hay muchos negocios para implementar medidas como el control de aforos, distanciamiento social, uso obligatorio del tapa boca y la limpieza de superficies, afirmando que confían en que el Ejecutivo tome en cuenta estas consideraciones.