Genio
Leonardo Da Vinci “Precursor de Europa” Renzo Piano, Arquitecto de 80 años, de fama mundial.
En mayo del 2019 se cumplieron 500 años de su fallecimiento.
Genio multiforme y carismático, Leonardo era curioso, un observador incansable de la naturaleza y la humanidad. Su mente era libre, loca, soñadora y lúcida. Leonardo, fue protagonista del Renacimiento. Gracias a su personalidad, sus maravillosas pinturas y dibujos y los muchos manuscritos, proyectos y bocetos, trazados en códigos que parecen libros de magia, ha hechizado a generaciones de admiradores de la inteligencia, la creatividad y la capacidad casi divina de anticipar el futuro. Ahora más que nunca estamos fascinados por su inteligencia multifacética, pero también por la capacidad de vivir en su tiempo, comprender sus necesidades, dar a luz ideas, anticipar soluciones técnicas que aún sorprenden por su complejidad y funcionalidad.
En Toscana, fue donde nació, se formó, en Florencia, luego en Milán, donde vivió durante 20 años. Su muerte tuvo lugar en la mansión Clos Lucé, en Amboise, Francia, donde pasó los últimos años de su vida diseñando disfraces, planeando fiestas para el rey Francisco I y realizando investigaciones, como investigador y experimentador que era. Llevaba consigo la Mona Lisa, o Gioconda, el retrato más famoso de la historia, que atrae a millones de visitantes al Louvre cada año.
Pero Leonardo, si los franceses lo permiten, sigue siendo italiano. Y es un motor cultural y turístico muy poderoso, capaz de mover intereses y negocios.
En la década de 1900, no habríamos visto la misma adhesión entre nosotros y Leonardo que sentimos ahora, en el siglo XXI. Los siglos XIX y XX son pura ingeniería, el hombre se especializa en disciplinas individuales, el proceso de producción se vuelve industrial, se deshumaniza. Leonardo se parece a los que hoy dejan de hacer un trabajo monótono. Tenía empatía, pensamiento de diseño y resolución de problemas. Utilizó todas las nuevas tecnologías, pensó por proyecto. Trabajó en forma totalmente interdisciplinaria, para inventar nuevos productos y servicios y mejorar los métodos y herramientas que se utilizaron en ese momento. Leonardo puso al hombre en el centro, sus necesidades y sus deseos. El hombre Vitruvio (dibujo de Leonardo) está en equilibrio con el entorno que lo rodea, no es un panzer, no es un nerd. En la década de 1900, los hombres se convirtieron en robots, hoy usamos tecnología para mantener lo mejor de la vida. Debemos reinventarnos, en equilibrio con la naturaleza y la cultura.
Fue innovador, mejoró la experiencia del usuario, dio alivio al hombre, redujo su fatiga. O respondió a una necesidad de poder. El diseño de las máquinas de guerra fue su pasaporte para ingresar a la corte de Ludovico el Moro. La carta con la que se presentó a él, como el inventor de armas mortales y dispositivos de guerra, es un ejemplo de marca propia, un currículum efectivo moldeado para quién lo recibiría.
Cuando estaba en Milán, desarrolló su actividad como diseñador en varios sectores, comenzando por la biomimética, la imitación de la naturaleza, desde la observación del vuelo de las aves hasta la sección de cadáveres y la investigación de mecanismos físicos, que también transfiere a sus pinturas
Definitivamente, el genio hoy está más vivo que nunca. Se ha transformado en una marca que genera ideas y nuevas actividades.
Italo Olivo
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