<< El que no sabe llevar su contabilidad. Por espacio de tres mil años.
Se queda como un ignorante en la oscuridad. Y solo vive al día>>
Goethe
Marlene Flores se ha acreditado desde que el discernimiento ha ido tomándole la mano directo a la formación. Anota en la pizarra el punto y toma otra una nueva libreta. La 294 aparece con título en amarillo. No obstante Julio no desapareció del radar un solo instante desde que lo corrió de la casa, hace casi un año. Lo último que supo de él, fue que visitaba una villa familiar cercana a Maracay.
Cada vez que va al Cyber navega y procesa información. Descarga datos de las libretas en cada archivo-directorio. En el correo recibe noticias de San Felipe o de Ramiro Buendía que a menudo va a Maracay a visitar a su mamá y Marlene le imploraba indagar sobre Julio quien tenía una tía abuela de crianza en Villa de Cura. Buendía conservaba a su madre Rosita Buendía vegetando por esos lares en aquellos derroteros del estado Aragua con más de nueve décadas.
La Diligencia sigue firme. Mamá-Sofía sigue afligida debido al océano de información anegando toda la puerta de su percepción y toda la cota de su reminiscencia. Ha tomado lecciones de manejo para auto. Proyectaba hallar uno en una venta de carros usados, y así poder usarlo para el día D o Desembarco de Normandía, como simpatizaba señalar a la Diligencia con un nombre clave con ese hecho histórico tan señalado e inolvidable de la 2da. Guerra Mundial.
Remediaba el caso en parte con el Volkswagen con problema de combustión. Lo aparcaría en la esquina del cine y dejaría las llaves adentro como si fuera un descuido del dueño, un olvido, pues morirse siempre es un olvido. Hay un sedante inventado por el brujo colocado en gel indetectable, justo en todo el volante. La profesión de caco de Julio, presupone Wonder Women, lo hará tomarlo como un amigo de lo ajeno, cosa que nadie extrañará que emprendiera por ese swing tipo crápula. Extrañaría que fuera juicioso, ecuánime, o comedido pero de mucho sirve contemplar de qué está hecho el remedo de machos Men.
En el CPU teclea todo lo datado del período de la ilustración y los enciclopedistas, por Buendía. Nombres como Jaques Diderot y Spinoza Baruch sonaban en la esquina blanca del folio. Vacía aún las hojas sin descripción, comparecen con vida propia. Lo primero que le atrajo sería la agudeza como acto ilustrativo de cómo hacer una arepa pepiá o cómo se desgaja una cebolla. Todo ello requiere ilustración. Marlene agotada, mortificada, tiró la libreta sobre el catre nuevo para pasear en el cuarto cada vez más chico por tanto papel, libro, recorte, revistas y cosas que enclaustran. Posa ante el espejo y ¿cuánto tiempo tendré parada aquí, así…? Está segura, totalmente segura, de que el reflejo del espejo estaba pinchándole el ojo… ¿Coqueteo especular?
Ser o no ser, no es toda la cuestión. Otra cosa más es cómo somos ¿Somos personas verdaderas? ¿El mundo va compuesto por seres verdaderos o vamos cercados de inconciencia? Marlene razonó que posiblemente no fuera una mentecatez llamar pecado original a la necesidad del hombre de estar al tanto. A veces experimenta miedo típico, el llamado por la ilustración, angustia existencial, y suele ser una transición a un nuevo conocimiento, a otro escalón ascendido en el ejercicio de la experiencia que prospera a raudales el conocimiento.
En la página 372 de El Mundo de Sofía, lee que a lo mejor somos pensamiento, lo que es distinto a pensar en uno mismo. ¿No es lo mismo omnisciente que omnipotente? ¡Claro que no! ¿Diría que una persona planifica todo aquello con lo que sueña? Lee en la 373. No queda nada a la mano. Todo queda al encéfalo y su cosmogonía, a lo mental, que de la nada hace su todo. Ilustra su andar. Da la luz a la oscuro, a la creación., ¿Big Bang, Oparín, Membrana Celular, ADN? Brinca la liebre del bombín. La impulsa una divinidad, evidentemente omnisciente, lo que no significa que por naturaleza, es omnipresente.
El truco (sigue en el folio capicúa Nº-373) sería poder hacer algo que el jefe supremo no sea capaz de descubrir… ¿Descubrirán que liquidará antes que la pócima de brujo acabe emponzoñando su cuerpo y alma? El tema (sigue enredada, en pienses desarreglados), no es, si existimos, sino, qué y quién, somos. Y aun si resultare que somos impulsos en la compleja mente del creador, no renueva nuestra pobre existencia. Intenta buscar un punto arquimédico en la página 374 ¿punto arquimédico? Arquímedes, recordó la idea de incorporar en la investigación los helenos del maestro Buendía, era un científico helenístico de dame punto fijo y moveré el mundo, exclamó Ramiro, y ahora muchos lo oyeron, y pocos lo desestimaron.
Un punto como el de Arquímedes es lo que hay que buscar (Mamá-Sofía va sobrecogida) para podernos salir del universo interno mayor, del supremo, del jefe, o como mejor quiera denominársele. A Marlene dios le sabe amargo. Hasta ahí el caos en entendimiento era cuesta arriba y palo abajo en energías limpias viéndose abrumada por el medio y el miedo mientras el faro de la ilustración alumbraba la nada. Cautivada por la vía alterna, busca aderezar la Diligencia para ceder al afán de enterrar el disgusto en un movimiento ligero de gas imparcial que acabe con la impaciencia, para sí y sus hijos, ese pasaje de decepción, turbación, lobreguez e insolvencia que no desearía más.
Una genuina hazaña sería, (piensa en altavoz alucinada, la neo-helena Mamá-Sofía) poder llenarse a sí misma, antes de haberse afianzado lo más posible, el intensivo de filo-Sofía. Marlene no pudo creer el párrafo dedicado directa y frontalmente. Un escalofrío corrió su espina dorsal como si fuese sido electrocutada en un pabellón para criminales sentenciados en una cárcel yanqui.
`No vamos a poder escapar antes de finiquitar el curso de filosofía. Hasta entonces nos tendrá bien cogidos (en la baja Venecia esa expresión tiene significado XXX) al parecer ha decidido que yo debo guiarte a través de los siglos hasta nuestra días. Pero nos quedan pocos antes de que coja ¡Ay dios! si no hemos logrado librarnos de su pegajosa imaginación antes de llegar a…(El corazón se frenó por un infinitesimal segundo), y entonces estaremos perdidos´...
Continúa tras un miedo irracional el párrafo dedicado a su total ¿confusión o aprendizaje? daba igual, recordó el dicho irlandés, `si no estás confundido, no sabes lo que está pasando´, nada más cierto, continúa.
Primero tendré que darte la información indispensable sobre ilustración francesa. Luego tendrán que mirar a grandes rasgos, la filosofía de Kant (se detuvo y revisó el eje cartesiano, Kant, bajo el título ilustración en el tramo DC a la diestra del cero) antes de acercarnos al Romanticismo y para ambos Hegel es pieza importante.
Con él tampoco podemos evadir el indigno ajuste de cuentas de Kierkergaard a la filosofía hegeliana. Además asumiremos decir algunas palabras sobre Marx, Darwin y Freud. Y si da tiempo, hacer comentarios sobre Sartre, y el existencialismo, el plan podrá ponerse en marcha. Al finalizar la pagina 375 acabó con la libreta 295 y con la paciencia del día que casi la mata de la confusión sino del ingente alud de información que era preciso revisarse todavía. Que horror.
El escarabajo, que no Beatles, quizás más Rolling Stones por su color pedrusco, burlesco, rueda como rola al pitch, o sea un come-papá de Marco Antonio Lacavalerie. Julio lo ve e inmediato piensa en determinar quién será el incauto que dejaría un automóvil a manos del amigo de lo ajeno. Brujodedor a sabiendas estimula con una nota suspicaz, y le da un sorbito de cosecha propia para caco de Catia con disfunción eréctil llamado cógeme-que-voy-sin-jockey, revelación de porte épico e invento brujo, para gay de armario y de fundillo retozón.
Mientras tanto Buendía, había vuelto a la capital y trajo de Julio información que supone fresca. La abuela, o tía abuela, había sido su verdadera madre, pero lo ocultó porque el padre de Julio la violó preñándola de éste. Malas pulgas, la gente de pueblo chismosa e intrigante, hicieron de la dama una casquivana del tercer mundo. La verdad es que en un pueblo fantasma del Yaracuy, la intriga de la mayoría hace que del país se diga ¡pueblo chiquito, infierno grande!, alguien más que una vez tuvo canal dos se le llamaba Peyton Place. O como se le conoce en la nueva Hispania… La Caldera del Diablo.
Sin embargo Marlene siente Villa de Cura como a categoría aldea pero recuerda fue fundada por un pariente de Simón Bolívar el Libertador de las Américas. Julio creció en Villa de Cura, enclave del Edo. Aragua, Venezuela, y se crió buena parte de su adolescencia en El Tocuyo queuna vez fue la capital de Venezuela en sus periodos antiguos, si no se equivoca, de capitanía general y no de república.
-Doña Rosa mandó cariños y preguntó por ti. El profesor Buendía tenía una expresión preocupante.
-¡Ay caray! qué mujer tan cariñosa dijo Neo-Sofía, con una sonrisa entre encantadora y nerviosa pues ¿qué será la noticia que me trajo el profe? salió un verso sin esfuerzo, rió Marlene dentro.
–¿Y cómo la viste de salud?…
-Nada bien, creo que tiene algo, pero no suelta prenda.
–¿Qué es lo que vas a decirme? ¿Qué alcanzaste a saber?
-La verdad es que no estoy seguro si logré entender lo que la señora intentó decirme a su manera. Buendía oculta algo. Lo mira en las manos frotadas nerviosamente. El sudor hipócrita regando la sien. La sien diluyendo el pabellón auditivo. La herencia holándrica como un bosque de pelillos que entorpecen la escucha de Doña Rosita.
–¿Sabías que la doña tiene déficit cognitivo? Buendía alargó la explicación. Marianita, hija de la vecina que la cuida de cuando en vez, lo dijo con miedo porque a lo mejor doña Rosa le regaña y mamá la castiga.
-¡Es un problemón! Buendía, sigue entre manos sudadas dando su adaptación de lo que la niña contó a dura pena. Parece que Julio quedó dando una infusión por muchos años a la doña mientras lo crió como abuela-mamá. Otra versión dice que adrede fue haciendo perder la memoria y avanzarle la demencia senil. Doña Rosa tiene 64 años y casi si se entiende lo que dice. Es casi gutural. Buendía contó y quedamos boquiabiertos, sobre la tribu san del desierto del Gobi sudafricano, con la esteatopigia en la hembra, un fenómeno único en el mundo y el mini falo pene eréctil life time nunca flácido del macho Men de la tribu, igual endémico que la esteatopigia.
–¿Entonces?, se impacienta Marlene. Ramiro suspira como si le fastidiara las patrañas o la ciencia ficción. Marianita baja la cabeza y continúa Ramiro contando que el niño Julio le hacía firmar un papel. Le tomaba la mano a la anciana, y hacia salir del cuarto a la niña. Como una víbora, inoculaba y esperaba atrincherado, viperino.
-¡No me gusta nada! Termina relatando la historia Buendía. El niño da té que huele raro y la pone pastosa. Una lágrima incipiente raspa las mejillas rosa de la joven mucama. Marlene saca una libreta pequeña con ticket y anotó el dato. Los va colocando pegados en una aparte en la pizarra que dice DILI-GEN-CIA.
La tarde cae. Marcela Buendía sirve café a los tertuliantes en el comedor. La casa Buendía es humilde pero la mejor del barrio. Piso terracota colombiana, techo sólido de panela, puertas y ventanas con rejas anti-Julios. A esa hora Julio va tramando como pesca el Beatles luego de beberse todo el licor que el brujodedor le concedía tramposo para aplaudir la última fase de la noche y la inauguración del albor. Ramiro va al grano.
-¡Si me preguntas, aquí hay gato encerrado! Buendía sabe que algo pasa, y es el único desinformado o informado a medias.
–Julio viene robando al familiar con demencia senil. Ramiro expone que el paciente de Alzheimer tiene que necesariamente haber pasado por déficit cognitivo, pero el que tiene déficit cognitivo como Rosa, no necesariamente desarrolla Alzheimer, el peor de los males cognitivos. Son diez. El No.1 es déficit cognitivo leve, los últimos dos son, el Nº-9. Parkinson y el Nº-10. Alzheimer…
Marlene anota todo. Buendía alza la taza, ve con agudeza, y sigue relatando. Después, Marianita cuenta que don Julio se encierra y prende velas y sahumerios que parecen magia negra, o algo similar a la santería. Mariana ve esquinado un cartel y lee, Corte Malandra. Observó tres figuras con arma al cinto. Oyó la conversación con un señor bajito con lentes oscuros y habla rara. Le daba terror ese sujeto cada vez que lo advertía y entonces se cubría en un escaparate donde cabía y nadie nunca conjeturó que la niña a la postre descubriría, sin imaginarse que lo hacía, la trampa de Julio.
Mamá-Sofía pensó en el acto que el desgraciado de Julio está maquinando su caída, tanto como el desfalco de la tía abuela o madre. Buendía sospechaba pero por suerte no sabía. Por eso el viaje tan súbito a Villa de Cura de Julio y el que va de villa pierde su silla. Asustada y bromista termina de anotar, se despide y quedan en verse luego.
Marlene pasó el día aterrada, y atenta del escarabajo. Aun con el haz de sangre del pensamiento, regresa al curul de instrucción. Antes va a su faena y se ubica en un sitio del Gallo Felón a esperar que asome el truhan. Marlene no pudo evitar pensar que pertenecía a un grupo de facinerosos que cuadran con el gobierno tiránico de turno que acabó con el país en cuatro lustros y se atornilla a la silla presidencial.
Marlene pensó que vivimos en un territorio cuántico con dos gobernantes al mismo tiempo en lugares distintos ¿política cuántica? Da tiempo de volver a ilustrar mientras el popular truhán de Julius aparece. Encontró que las ideas de la ilustración francesa se centran en siete (7) puntos fundamentales. A saber…
1.- Rebelión contra las autoridades
2.- Racionalismo
3.- La idea de ilustrar
4.- Optimismo cultural
5.- Vuelta a la naturaleza
6.- Cristianismo humanizado y
7.- Derechos humanos.
Con eso en la memoria diseñó la próxima libreta a rellenar en las capas de su imaginación fatal. La hora de descansar tocó el lápiz de Sofía mientras la carpeta apretaba los ojos dormidos de su ensueño reparador…
Marcantonio Faillace Carreño