Tras el rápido aumento de contagios de coronavirus y el déficit sanitario en el país, la lucha contra enfermedades como el paludismo o la malaria quedaron en segundo plano, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que Venezuela concentra el 51% de los casos de la región.
“No se puede abandonar la lucha contra la malaria, no se puede debilitar por la existencia de una epidemia o pandemia, pero en la práctica sucede porque hay dificultades para la movilización del personal, la utilización de los recursos de diagnóstico y tratamiento para hacerlos llegar a las comunidades afectadas”, dijo el exministro de Salud, José Félix Oletta.
Por su parte el experto en malaria y director de la ONG Asociación Civil Impacto Social en Venezuela, Leopoldo Villegas, sostuvo que los hospitales del país carecen de agua, no tienen higiene, ni forma de limpiar, por lo que prácticamente están inoperativos para combatir este tipo de enfermedades.
Aunado a esto, indicó que existe “un bloqueo de la información epidemiológica” por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Asimismo, expuso Villegas que la minería ilegal en el estado Bolívar ha sido un factor clave para el crecimiento de la malaria en el territorio. “La actividad económica que la población conoce es la minería ilegal, sólo sabe hacer esta actividad económica. (…). Es un problema bien complejo, no es algo tan fácil como decir ‘acaben la minería’, cuando es el único ingreso de esta población