Cuando Carmen Meléndez asumió la gobernación de Lara, las nóminas de las direcciones y demás dependencias cubrían 35 mil trabajadores, pero al día de hoy han abandonado los puestos laborales más de la mitad, declaró para Elimpulso.com, Julio Marín, presidente del Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo del estado Lara (SEPEEl).
El sindicalista indicó que quedan 16 mil, quienes a duras penas pueden sobrevivir, ya que el salario que perciben apenas les permite adquirir un kilo de pasta, una lata de sardina y un paquete de harina precocida.
Comentó que «mejor comen los animales del zoológico de Bararida«, a pesar de que la mayoría de los trabajadores de ese parque se han ido para laborar en zoos de Perú, Chile y otros países, porque no podían vivir con el salario que percibían. Quedan cuidándolos los supervisores.
Precisó que la dirigencia sindical le ha visto la cara, de frente, a Carmen Meléndez, «una sola vez», cuando todas las organizaciones gremiales se reunieron con ella y les hizo promesas, que nunca cumplió.
«No sabemos el destino de los recursos aprobados por el Consejo Legislativo para los trabajadores, incluyendo los destinados a una fábrica de uniformes, ya que el proyecto se volatilizó igual que los bolívares».
Ni Meléndez que prometía la esperanza de mejoramiento al estado, ni Nicolás Maduro que se proclama obrero presidente, han beneficiado a la clase trabajadora, dijo. Al contrario, la han sumido en la pobreza y les han quitado las conquistas que habían alcanzado en todos los periodos gubernamentales anteriores.
Ya no hay contratación colectiva, ni seguro médico, ni servicios funerarios, ni siquiera caja de ahorro que servía de auxilio en momentos difíciles.