Después de haber transcurrido 24 hora del anuncio de Nicolás Maduro de instalar un hospital de campaña en las áreas del Poliedro de Caracas, para los pacientes asintomáticos del COVID-19, en el sitio no se ha hecho nada, no se han instalado equipos y esta es una nueva evidencia del mal manejo de la pandemia en Venezuela.
Así lo dio a conocer en una conferencia de prensa, el médico y diputado, José Manuel Olivares, advirtiendo, en función de las investigaciones que adelanta, en torno a la realidad hospitalaria del país y a la expansión de la pandemia, que si no se sincera la situación y no se toman las medidas requeridas, en forma inmediata, “Venezuela podría convertirse en la gran tragedia dentro de la tragedia”.
Reveló que recientemente el régimen anunció el 26 de abril que en el país había una disponibilidad de 27.780 camas para atender casos de COVID-19, indicando que si de acuerdo con las cifras oficiales solo hay en el país un poco más de 10.400 personas contagiadas, no se justifica estar instalando hospitales de campaña, a menos que las cifras que están dando no sean reales.
Explicó que una cama de terapia intensiva debe contar con un ventilador, medico especialista, enfermera, bioanalista, rayos X, laboratorio. Asimismo indicó, en su condición de medico, que no tiene ninguna justificiación que personas asintomáticas sean hospitalizadas.
Señaló que el régimen en lugar de implementar con urgencia la adquisición ventiladores, para atender a la pandemia, decisión la compra de 42.000 máquinas para las elecciones del mes de diciembre, en un evidente desconocimiento de que el COVID-19 se ha desbordado por todo el país.
Explicó que la forma expedita como en los países del mundo que han enfrentado la pandemia y han reducido su impacto, es a través de la identificación, rastreo y aislamiento; pero para ello se requiere tener los resultados de la prueba PRC en forma inmediata, mientras que en el país hay que esperar hasta 15 días o 20 días para tener este resultado.
Advierte que en el país hay 6 laboratorios públicos y 10 privados, con capacidad para realizar estas pruebas, con lo cual se reduciría en forma significativa el tiempo de tener los resultados, pero el régimen se niega a emitir las autorizaciones correspondientes, recordando asimismo que las universidades se han puesto a la orden con sus laboratorios y su personal.
Advirtió que causa preocupación la forma de persecución y acoso con la cual la dictadura ha estado tratando a las personas con potenciales señales de contagio, calificándolos como “armas biológicas”, “trocheros”, “Bioterroristas”, que hay que marcarles las viviendas, perseguirlos con la policía, advirtiendo que esto no se debe permitir, haciendo un llamado a los organismos internacionales defensores de los derechos humanos.
Reveló que de acuerdo con sus investigaciones, hay 72 fallecidos que no aparecen en las cifras oficiales. Asimismo indicó que por cada cinco personas fallecidas ha muerto 1 del personal de salud, debido a que no cuentan con los equipos de bioseguridad para proteger su salud. Asimismo advirtió que en casi todos los centros asistenciales del país, el 100% de las camas de terapia intensiva están ocupadas.