«La riqueza es un producto y depende del cultivo y desarrollo del talento de los millones de venezolanos que van a transformar la realidad de pobreza que vivimos»
Una iniciativa extraordinaria desarrolla la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) extensión Guayana, con el Congreso Internacional Tendencias empresariales, innovación y emprendimiento, que inició este lunes y se prolongará hasta el 17 de julio, a través de la plataforma Zoom.
El padre Luis Ugalde, jesuita y exrector de esta casa de estudios, ofreció una serie de consideraciones acerca de la educación como elemento clave para superar la pobreza, cuyas cifras superan el 80% según datos ofrecidos en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi 2019- 2020).
Venezuela es un país muy rico y la gente es pobre. ¿Cómo se explica eso?, preguntó.
Es sencillo. Hace 20 años vino un “mesías”, que decía que había 3 salteadores entre la riqueza del país y la pobreza de la gente: el imperio, los empresarios y los partidos políticos que son corruptos.
Ugalde aseguró que esa visión distorsionada fue un obstáculo en la búsqueda de la verdadera distribución de la riqueza. “Venezuela es pobre porque pobre es su producción. ¿Qué es lo que hay que hacer? Desmontar la cultura de la riqueza. Construir desde la trágica experiencia de la pobreza generalizada una nueva visión de cómo sacar adelante la producción nacional”.
En este contexto, señaló que la riqueza es «un producto y depende del cultivo y desarrollo del talento de los millones de venezolanos que están dispuestos a transformar la realidad de pobreza que vivimos».
La educación: el camino
La nueva cultura productiva que demanda al país pasa por el renacimiento de la educación. “El sistema educativo es clave para incrementar esa productividad. La universidad es el semillero… Se nos pide el renacer educativo con un estado quebrado”.
Ante este desafío, la Academia tendrá que promover la formación en carreras cortas, de manera que rápidamente las personas puedan adquirir conocimientos y habilidades para ponerlas al servicio de la Nación y el sostenimiento de sus familias.
“Quienes tras 3 años de estudio empiezan a trabajar, tienen que tener la puerta abierta a la formación continua en posgrados y especializaciones, de manera que con sus trabajos puedan tener esa formación adicional que los mantenga capacitados”.
El nuevo orden educativo también implica una reconfiguración de los valores sociales.
Ugalde destacó que esta reflexión no parte de sus criterios cristianos, sino de la profunda convicción que la búsqueda del bien común salvará al país.
“No somos una parte del país contra la otra como se nos predicó. Tenemos que pensar en el nosotros. El barco se salva si nos apoyamos unos con otros y no que, mientras se hunde el barco, estamos tratando de matarnos unos con otros”.
Con miles de empresas exitosas, dijo, no habrá millones de personas que mueren porque no tienen trabajo.
Ese cambio de cultura implica “desaprender” viejos paradigmas. “No podemos seguir creyendo que si al empresario le va bien al trabajador le va mal. Los mismos que aplaudieron la estatización de Sidor, hoy lloran porque la empresa está muerta”.
Finalmente, el exrector de la UCAB destacó que Venezuela sí sembró el petróleo. Se sembró en formación humana. “Transformar la renta petrolera en capital de trabajo y talento humano, fue un gran acierto. Hasta 1985 la mayoría de la población era analfabeta, pero desde esa fecha hasta hoy son millones los venezolanos que accedieron a educación universitaria”.
