Desde el comienzo del año, la industria empezó a tener dificultades para operar, pero a partir de mediados de marzo cuando comenzó la cuarentena la situación ha empeorado.
Han sido seis pesados meses, dijo a Elimpulso.com, el presidente de la Cámara de Industriales del estado Lara, Mohamed Hussein.
La crisis económica que se desató en el país redujo de 1000 empresas a 250 y el 70 por ciento de éstas se encuentran paralizadas, debido sobre todo a la falta de materia prima que, generalmente, es importada; a los pésimos servicios y, para colmo de males, a la pandemia.
La capacidad de operaciones se ha reducido considerablemente, porque las interrupciones del suministro eléctrico se producen, casi siempre, en las horas en que se debe operar con mayor intensidad, como es a partir de las nueve de la mañana a las seis de la tarde.
Lo que agrava la situación es que las medidas preventivas contra el riesgo del coronavirus COVID-19, en nuestra región, es que la actividad debe cesar poco después del mediodía, ya que a partir de entonces existen sanciones para quienes estén en la calle. Es por eso que también se han reducido las jornadas laborales.
Hussein manifestó que todas las medidas de precaución sanitaria han sido adoptadas por las empresas industriales y, además, a los trabajadores se les están pagando salarios varias veces superiores al establecido como mínimo por las autoridades, a fin de que no cesen las operaciones.
Sin embargo, apenas alcanzan un 19% de su capacidad de producción, afirma Hussein.
Las últimas encuestas hechas al sector indican que de continuar esta situación, entre el 40 y el 43 por ciento de estas empresas que aún sobreviven, podrían dejar de operar, ya que no existen condiciones para continuar laborando al bajo nivel de hoy.
