En los años 80 el médico veterinario Alexander Blanco inició un proyecto en Venezuela llamado el Programa Nacional sobre la Conservación de Águilas harpías, que destacaba la importancia de resguardar esta ave emblemática en el país.
Esta águila es la más grande del Hemisferio Occidental y Austral, la única especie del género Harpía y junto al águila morena (Filipinas) y la coronada de (África), son las tres aves rapaces más grandes en cuanto a tamaño y peso.
Se caracteriza por tener un hermoso plumaje de tonos grises un pico curvo y muy fuerte, alas que llegan a tener más de 2 metros de envergadura, fuertes garras que pueden medir hasta 7 cm de largo y una cresta en la cabeza que la caracteriza y asemeja la forma de unos cuernos.
La ceiba es su árbol favorito para anidar y usa por lo menos 10 km2 para abastecerse de alimento.
Es un ave de presa infalible y puede levantar presas de hasta 3 veces su peso.
La hembra es más grande que el macho. Pone 1 o 2 huevos cada tres años, pero, sólo sobrevive uno de los pichones.
En Venezuela, se ha visto en varias zonas como el norte del río Orinoco, la cordillera de la Costa, así como en los estados Aragua, Carabobo, Cojedes, la sierra de Falcón, la sierra hacia Monagas, y la Sierra de Perijá.
La Harpía está en la categoría Vulnerable del Libro Rojo de la Fauna Venezolana por la destrucción de su hábitat natural por parte de los humanos, al igual que por su caza por temor o para obtener sus garras como trofeo.