El paupérrimo ingreso económico de los profesores del sector público en Venezuela ha sido un problema constante durante los últimos años. Pero ahora, en medio de la pandemia de la COVID-19, dicha irregularidad, genera más estragos en estos profesionales del país.
Según la ‘Encuesta nacional de condiciones de vida’ (Envcovi) 2019-2020, al menos el 57% de los trabajadores del sector público dejaron de trabajar o perdieron sus ingresos durante este lapso.
Por dicha razón, y tomando en consideración la crisis económica e hiperinflación que se vive en Venezuela, los trabajadores del sector público del país han tenido que «migrar» del empleo formal a otras ocupaciones que les permita conseguir un sustento para el día a día.
Este es el caso de Carmen Graterol, profesora barquisimetana, quien contó a Elimpulso.com que debido al bajo ingreso económico que obtiene por su profesión, trabajaba ocasionalmente como peluquera en su hogar, pero que ahora, desde que se atraviesa por la cuarentena social producto de la pandemia de la COVID-19, ha convertido la peluquería en su trabajo principal.
«Tampoco es que gano mucho con eso, pero genero más que con lo que me pagan como profesora (…) Si me quedaba quieta, iba a sufrir, por eso tocó reinventarse«, comentó.
Sin embargo, explicó que el ser profesora es una vocación que no podrá cambiar por nada: «Cuando estudié para ser educadora, lo hice porque era lo que quería (…) Entonces ya no puedo echar para atrás, es lo que me llena«, explicó.
Graterol mencionó que tiene muchos colegas que se encuentran atravesando por la misma realidad: «Hay muchísimos profesores que conozco que están en la misma, buscaron otro oficio en paralelo para seguir hacia adelante«.
A pesar de estas dificultades, la fe continúa presente en la profesora: «Yo tengo fe que llegarán tiempos mejores«.