La encuesta de Encovi presentada al país por la Universidad Católica Andrés Bello contiene cifras devastadoras de lo que es la destrucción de un país, lograr empobrecer a un país entero es muy difícil de lograr y lo tenemos acá, asegura el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
Expresa que lo que mayormente le preocupa, son las dificultades para superar esta situación, porque no va a ser tan fácil, admite que las cosas cambian y las cosas no son permanentes, “pero el nivel de destrucción y degradación al que ha llegado Venezuela, va a implicar un proceso de transformación que va a llevar mucho tiempo”, aseguró.
Sobre las comparaciones de Venezuela con países de África, explica que el país se ha convertido en una cosa extraña, explicado que mientras América Latina que tiene sus problemas, ha venido en un proceso de reducción de pobreza; ha construido un entorno macro sano, ha tratado de mejorar su institucionalidad, ha fortalecido su clase media, que es uno de los puntos importantes de la región y además de un desafío, porque muchas de las protestas que vimos en países de Latinoamérica el año pasado, y que la pandemia de Covid-19 ha puesto como en stand by, tiene que ver con esa insatisfacción de la clase media, señalando principalmente las protestas en Colombia y en Ecuador, mientras que en Venezuela ha ocurrido un proceso totalmente diferente.
“El entorno macro está totalmente deteriorado, la pobreza ha aumentado, se ha destruido la institucionalidad, el proceso de diametralización de las instituciones, entonces somos un entre extraño, una especie de Ovni en la constelación, en la dinámica que se vive en América Latina, pero Venezuela hoy tiene indicadores mucho peores que países africanos, pero no nos podemos comparar con los pares regionales”, asegura.
Asegura que el Covid-19 lo que hace es profundizar un proceso y puede generar mayor nivel de vulnerabilidad de personas y de empresas, recuerda que ya para el año 2019 la misma encuesta Encovi señala que hay una pequeña minoría que es la que termina generando algún consumo en el país, señalando que hoy el mercado de consumo somos todos, porque ahora todos somos pobres, esa es un poco la dinámica que tenemos y ahora estamos en presencia de una situación, donde la caída se profundiza, donde el grado de vulnerabilidad de las empresas es mayor, donde el deterioro de los hogares ha crecido y lamentablemente el costo puede ser mucho mayor a final de año.
“Cada vez más sustancialmente peor porque ya los números son lo suficientemente amplios y grandes para exponer el deterioro, pero en cuanto al tejido empresarial yo diría que es bastante preocupante los impactos de Encovi”.
Admite que el 96% de los venezolanos que viven en pobreza de ingreso, no es descartable que sus condiciones se deterioren, en lo que puede consumir, en cómo se esté alimentando, condiciones de afectación de su vivienda, de su barrio, de su movilización, agregando que en el caso del tejido empresarial, algunas empresas que ven como el tamaño del mercado se les está reduciendo, que el colapso de los servicios públicos implica una adicción a sus costos “en forma brutal”, que no tiene acceso a financiamiento bancario, que adicionalmente no hay diseño de estímulos, de ayuda por parte del Estado para ayudarlos a pasar este tormenta, pone al tejido empresarial en una condición de gran vulnerabilidad, aclarando que no se refiere a grandes empresas de las que quedan muy pocas en el país, sino de las Pymes que son el grueso del tejido y donde hay muchos emprendedores, cuya capacidad de resistencia, en una economía que está paralizada, no existe, entonces allí hay un grado de vulnerabilidad bastante grande, aseguró el experto de Ecoanalítica en el Circuito Éxitos.