Un nuevo informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, muestra al mundo como la emergencia humanitaria compleja que sufre el pueblo venezolano ha empeorado desde su actualización anterior y alerta como la pandemia puede agravar aún más las dificultades de millones. El modelo chavista y su miseria nos han hecho un país muy vulnerable ante el COVID-19 y los daños que este puede generar más allá de la salud.
Es triste aceptar la realidad que denuncia la Alta Comisionada sobre Venezuela, que se ha convertido en un país donde su pueblo debe luchar diariamente contra toda clase de problemáticas causadas por la corrupción y mala administración del chavismo. Nuestra situación es sinónimo de desigualdad, pobreza y hambre. Y mientras todo esto ocurre, el régimen sigue aumentando su autoritarismo y derrumbando todos los puentes para lograr una salida política al sufrimiento de los venezolanos, al punto que nunca han aceptado su responsabilidad de la crisis y no acatan las recomendaciones de la Alta Comisionada.
Hoy la amplia mayoría de venezolanos padecen la hiperinflación que devora al salario, la escasez de alimentos y medicinas, las fallas diarias de los servicios básicos de electricidad, agua, gas, internet y gasolina, además de la decadencia de los sistemas de transporte y salud. La inseguridad, las largas colas yel matraqueo también denigran a los ciudadanos de bien que solo desean calidad de vida. Además, el régimen persigue a todos quienes pensamos distintos y deseamos un mejor país. El informe de la Alta Comisionada denuncia las miles de personas privadas injustamente de libertad, desaparecidas y torturadas por las fuerzas del régimen, además de la sistemática censura contra los medios de comunicación.
Por si fuera poco, el virus que representa un peligro mundial llegó a nosotros en este trágico momento. La mayoría de los venezolanos no pueden darse el lujo de quedarse en casa para superar la pandemia, porque deben generar ingresos en trabajos informales o suplir las fallas de los servicios básicos por otros medios. La pandemia amenaza no solo la salud de millones, también amenaza con agudizar la emergencia humanitaria, porque paraliza los trabajos, empeora la situación precaria de los servicios y dificulta los esfuerzos de los ciudadanos para sobrevivir. La población más vulnerable por la pandemia es aquella que más padece las adversidades y la crisis.
Desde la Asamblea Nacional siempre hemos sido claros ante todas las injusticias cometidas por los que hoy se niegan a dejar el poder. Las sistemáticas violaciones contra los derechos humanos de los venezolanos no son admisibles bajo ninguna circunstancia.Por eso hemos presentado infinidad de denuncias referentes a la crisis humanitaria, las detenciones arbitrarias, a los tratos inhumanos, el quebrantamiento de la democracia y las instituciones del Estado. Sabemos que el pueblo quiere y necesita un cambio para poder vivir mejor, con calidad de vida. Más que nunca urge un cambio de modelo, donde los venezolanos podamos escoger nuestro futuro en unas verdaderas elecciones libres, sin miedo, sin censura, con pluralidad de pensamientos y garantías reales. Solo así podremos poco a poco alcanzar el desarrollo y avance social para el bien de todos.
Stalin González