Semanas atrás, en esta misma columna, alerté sobre la posibilidad de un rebrote del COVID-19 en el Estado Lara, concretamente, en Barquisimeto porque había comprobado en sitio la movilización de mucha gente en las principales avenidas de la ciudad a pesar de las recomendaciones de las autoridades sanitarias. En la región crepuscular se manejaron cifras esperanzadoras sobre las pandemias en pleno desarrollo, pero tal vez esa circunstancia tan favorecedora produjo una falsa confianza que abrió paso a contagios que se multiplicaban hasta alcanzar un número preocupante para ordenar un nuevo confinamiento de la población. El día lunes recorrimos nuevamente el centro de la capital larense y comprobar la presencia de decenas de viandantes en las paradas del transporte público, sin conservar la distancia social recomendada ni utilizar las mascarillas de protección. Evidentemente,a buena parte de la población no parece importarle demasiado la salud, a juzgar por un importaculismo que exhibe irresponsablemente.
II
El domingo pasado se celebró, al menos en América, el Día del Padre, dedicado a honrar un personaje que tiene tanta importancia en la vida de los seres humanos como el de la madre, a la cual veneramos como diosas y cuyo recuerdo permanece inalterable en el tiempo de vida de sus hijos y otros descendientes. En muchas ocasiones, el padre permaneció en un injusto anonimato al considerarse que su papel como guía de la familia tenía carácter de obligatoriedad, es decir. No había entonces por qué estar agradeciéndole nada, era su deber cumplir con los mandatos establecidos desde la creación. Los tiempos cambian, sin duda, hoy el padre ha recuperado su lugar de importancia en el devenir familiar y se le aplaude con entusiasmo su rol como forjador de hombres y mujeres, gracias a su esfuerzo, perseverancia, y un amor profundo a todo lo que representa su propio yo. El pasado domingo se desbordaron los sentimientos filiales. Los papis de nuevo fueron protagonistas de esas horas donde se puso de manifiesto la importancia de este ser tan especial, que vivirá por siempre en los corazones de los hijos. Que vivan los buenos papás.
III
MADRID.– La Liga Española está por concluir con dos aspirantes al título. El Real Madrid está de líder con lo mínimo frente a un Barcelona casi invencible en las últimas jornadas, Sin una figura de la talla de Cristiano Ronaldo, la casa blanca a puesto toda la carne en el asador para no perderse esta nueva oportunidad de sumar otra copa en sus repletas vitrinas donde se guardan los trofeos conquistados en sus más de cien años de gloria. Su victoria del domingo fue uno de los mejores regalos que recibimos, además de las voces e imágenes de mis chicos.
Luis Rodríguez Moreno