Los perezosos pertenecen a la familia de los Xenartros, un grupo de mamíferos de los más antiguos del mundo. Comprende tres tipos de animales: los perezosos, los hormigueros, (no, no son osos) y los armadillos.
Son endémicos de la región Neotropical, desde la península de Yucatán en Centro América hasta Brasil. Actualmente se conocen seis especies distintas de perezosos divididas en dos géneros: de tres dedos (Bradypus sp.) y de dos dedos (Choloepus sp.). La más común en Venezuela es la Bradypus variegatus de tres dedos.
Son conocidos por su lentitud, su poca masa muscular y el metabolismo más lento de todos los mamíferos. Poseen una temperatura corporal de unos 30ºC y cuentan con más vértebras que una jirafa, lo que hace que su cuello tenga una tremenda flexibilidad.
Debido a su lentitud prefieren estar sobre los árboles para no ser presa fácil de los depredadores.
Algunos han logrado convivir en armonía con algas de su pelaje lo que les da un tono verdoso que ayuda al camuflaje y como complemento alimenticio.
Desgraciadamente, los perezosos están en peligro de extinción, principalmente debido a la destrucción de su hábitat natural y su lentitud, los hace más vulnerables a los cambios en los ecosistemas donde habitan. Y su apariencia simpática e inofensiva los convierte en víctimas del tráfico ilegal.