El alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los refugiados, Filippo Grandi, alertó que la pandemia del coronavirus ha vuelto más vulnerables a los migrantes venezolanos.
Según el informe presentado por el Alto Comisionado, Venezuela es el primer país de América Latina y el segundo del mundo en número de desplazados contabilizados por ese organismo.
Con más de 5,1 millones de migrantes, el país está solo por debajo de los 6,6 millones de Siria y por encima de naciones como Afganistán (2,7 millones), Sudán del Sur (2,2 millones) y Myanmar (1,1 millones). Sin embargo, expertos han afirmado que de no mejorar las condiciones que motivaron el éxodo (conflictividad político-social, colapso de servicios, vulneración del derecho a la salud y a la alimentación, entre otros), esa cifra, según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), podría incrementarse a más de 6,5 millones en 2020.
La emergencia sanitaria por la propagación del COVID-19 ha planteado nuevos retos a los países receptores y a los organismos multilaterales, cuyos esfuerzos se han visto superados por la tragedia humana que se esconde detrás de las cifras la diáspora.