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Este viernes 19 de junio cuando se cumple el quinto día de la segunda fase de flexibilización de la cuarentena bajo el esquema de 7×7, se observaron en las calles de Barquisimeto una gran cantidad de personas, la mayoría cumpliendo con el uso del tapabocas.
En la avenida 20 de la capital larense era casi imposible caminar por las aceras que se volvieron estrechas ante la gran cantidad de ciudadanos y comerciantes informales ofreciendo su mercancía.
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El distanciamiento social, otra de las medidas de prevención ante la COVID-19, tampoco se respeta y es que la aglomeración de personas a las afueras de establecimientos comerciales sigue representando un riesgo considerable, más aún cuando en el país se han incrementado los casos de transmisión comunitaria y la entidad larense ya registra 49 contagios por el nuevo coronavirus.
Por otra parte, las colas y congestión vehicular marcaron la jornada, los barquisimetanos aprovecharon este día de flexibilización para hacer diligencias, comprar alimentos y hasta para abastecerse de combustible.
Imágenes que desde el pasado mes de marzo cuando Venezuela entró en cuarentena colectiva, no se veían. Gente en la calle y comercios abiertos, una nueva normalidad que los larenses afrontan en medio de las dificultades que viven a diario, como la crisis económica y las fallas en los servicios públicos.
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El ambientalista Omar Colmenares, denunció la devastación que sufren zonas de Lara y Portuguesa debido a la tala indiscriminada de bosques, en áreas de naciente de importantes ríos Tocuyo y Chabasquén.