El presidente Donald Trump lanzó un ataque frontal a la Corte Penal Internacional el jueves al autorizar sanciones económicas y de restricciones de viajes a empleados del tribunal que participan directamente de la investigación a soldados y agentes de inteligencia estadounidenses implicados en posibles crímenes de guerra en Afganistán sin consentimiento de Estados Unidos.
Un alto funcionario del gobierno dijo que la investigación de la CPI viola la soberanía nacional estadounidense y sostuvo que Rusia podría alentar las acusaciones al personal del país norteamericano. El funcionario, que habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a informar sobre la orden, se negó a ofrecer detalles de la presunta influencia rusa sobre la corte.
El decreto presidencial constituye el ataque más reciente de este gobierno a las organizaciones, tratados y acuerdos internacionales no alineados con sus políticas. Desde que llegó al poder, Trump ha denunciado el acuerdo climático de París, el acuerdo nuclear con Irán y dos tratados de control de armamentos con Rusia. Ha retirado al país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la UNESCO, amenazado con abandonar la Unión Postal Internacional y anunciado el fin de la cooperación con la Organización Mundial de la Salud.
La corte con sede en La Haya fue creada en 2002 para juzgar crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio en zonas donde sus autores podrían no tener que enfrentar la justicia. Por ahora 123 estados reconocen su jurisdicción.
Pero a diferencia de los otros tratados y acuerdos, Estados Unidos nunca ha sido miembro de la CPI. Gobiernos de ambos partidos temen que soldados y oficiales estadounidenses sean juzgados por presuntos crímenes de guerra y delitos atroces. La mayoría de los estados miembros se han comprometido a no iniciar esa clase de demandas por temor a perder la ayuda militar y de otro tipo estadounidense.
Pero los fiscales de la CPI se han mostrado dispuestos a investigar a efectivos militares estadounidenses y este año iniciaron una investigación que fue condenada rápidamente por Washington.