Todo venezolano desde su niñez ha disfrutado untar en el pan o su arepa el reconocible sabor del jamón endiablado. Y es que pedir unos “Diablitos» o un jamón endiablado en la bodega, abasto o tomarlo en el supermercado es tan usual que traslada de forma automática el valor de la tradición, calidad y confianza que el venezolano le ha conferido a este producto por décadas.
Los jamones endiablados poseen características que los definen como tales y que se relacionan con una tradicional fórmula de elaboración en la que se utilizan pernil y paleta de cerdo exclusivamente, que se suma a su contextura grumosa, que lo aleja de los paté u otros alimentos untables del mercado y lo convierte en el acompañante ideal para arepas, panes, galletas, pastas, salsas, sanduchones, empanadas y hasta tequeños.
En Venezuela el mercado está dividido entre Diablitos Underwood y Plumrose, tal como lo confirma la familia venezolana dentro y fuera del país, que busca sus estándares de calidad y sabores únicos que brindan ambas marcas. Es por ello que se ha vuelto un icono de la añoranza cuando los venezolanos están fuera de su patria, ya que el sabor de una arepa con jamón endiablado es indiscutiblemente parte de la cultura culinaria venezolana que conecta a cada persona con momentos inolvidables y sabrosos de su infancia.
Para conocer un poco más sobre esta categoría tan ligada al venezolanismo, se entrevistó a las cabezas de las dos marcas que concentran la venta y preferencia del jamón endiablado. Al respecto, tanto María Alejandra Herrera, gerente de Autoservicios de Plumrose, como Susana Herrera, gerente de Mercadeo de Diablito Underwood, coincidieron en señalar que gran parte del éxito está en la formula y proceso de producción.
Agregaron que en sus preparaciones se aprecian el toque “picantoso” y sutil que detecta de inmediato el paladar del venezolano, su posibilidad y textura al untarse, sus especias, y la practicidad, son características propias de este producto. Adicionalmente subrayaron que la calidad y ese gusto del jamón endiablado vienen dado gracias al uso de partes del cerdo (pernil y paleta), que concentran gran sabor y proteínas.
Un factor a resaltar es el envase tradicional de lata y la versión practica de aluminio, utilizado por ambas marcas, que no necesita refrigeración, además de reforzar su adecuada conservación y su capacidad de duración hasta por tres años.
Un diablito centenario
La fórmula de jamón endiablado que llegó desde Estados Unidos a Venezuela hace 120 años logró perfeccionarse y adaptarse al gusto venezolano y desde entonces la marca líder en la categoría como lo es Diablitos Underwood comenzó la relación calidad-tradición con el consumidor manteniendo su promesa: “la mejor forma de comer jamón”.
“No hay sabor igual a Diablitos Underwood, es lo que nos hace líderes en la categoría. Ese sabor que construimos y arraigamos en los venezolanos, su picantico, sus especias y esa textura especial al untar que han hecho que Underwood se mantenga en la preferencia del consumidor durante más de 100 años”, explica Susana Herrera, gerente Nacional de Mercadeo de Diablitos Underwood.
“Diablitos Underwood se convirtió en el aliado confiable y de calidad del ama de casa y en general de toda la familia. Es una marca amada por los venezolanos dentro o fuera del país, tanto así que incluso su nombre fue tomado como el nombre genérico de la categoría”. Otro factor que asegura lo apetitoso es su empaque, en tal sentido afirmó que “la lata en la que se envasa garantiza 100% la calidad del producto”.
Proteína para untar
Entre tanto Plumrose, quien también es referente de los jamones endiablados en el país, igualmente ha logrado cautivar al venezolano desde que lanzó la cajita de jamón endiablado en empaque flexible y en la tradicional lata, en el año 2005.
“Cuando lanzamos la cajita de Jamón Endiablado Plumrose en envase flexible tuvimos el gran reto de luchar contra una gran tradición. Nuestra estrategia fue ofrecer un producto en un envase innovador, pero que garantizara los atributos que más valora el consumidor de la categoría: su untuosidad suave y textura sutilmente grumosa; la durabilidad del producto por 3 años, que es un elemento muy importante para dar seguridad al consumidor, y, por supuesto, el sabor con ese picantico característico de la categoría que define si eres un jamón endiablado o solo un untable de carne”, indicó la gerente de Autoservicios de la marca, María Alejandra Herrera.
“Adicionalmente nos enfocamos en resaltar el valor nutricional que tiene este producto al ser una proteína fácil de consumir y a su vez divertida para niños y toda la familia”, añadió.
Ambas marcas de jamón endiablado han utilizado el envase de lata tradicional y el envase de aluminio flexible, ya que estas presentaciones garantizan una adecuada conservación de sus productos manejando altos estándares de esterilización, calidad, sabor y durabilidad.
Gracias a sus fórmulas originales, a sus sabores únicos, contexturas, durabilidad y calidad, tanto Plumrose como Diablitos Underwood han logrado que sus jamones endiablados gocen de la confianza de la familia venezolana, acción que según exponen las representantes de las marcas agradecen ratificando su compromiso social de estar en los anaqueles a pesar de la difícil situación para cumplir los procesos de producción y logísticos debido al COVID-19.
Definitivamente el paladar se casa con determinados sabores, y en Venezuela el jamón para untar ha establecido un matrimonio inseparable que lo demuestra los años que ha permanecido en la mesa del venezolano, reforzando a este alimento como una tradición culinaria que forma parte de la historia gastronómica del país.