El presidente argentino Alberto Fernández aseguró el martes que la intervención y futura expropiación de una de las principales empresas agroexportadoras del país “es excepcional” para disipar temores y críticas que provocó la medida entre empresarios y opositores.
“No está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas”, dijo el mandatario en declaraciones radiales. “Se trata de una decisión excepcional por su naturaleza estratégica”.
El gobierno argentino anunció el lunes la expropiación de la empresa local Vicentín, la sexta agroexportadora del país y líder en ventas externas de productos derivados de la soja. Al mismo tiempo dijo que enviará al Congreso un proyecto de ley de declaración de utilidad pública y expropiación de la compañía. No hay fecha todavía para su debate.
Vicentín, de capitales argentinos y con sedes en Brasil, Uruguay y Paraguay, se declaró en cesación de pagos a fines de 2019. El principal acreedor es el público Banco Nación por unos 300 millones de dólares.
El peronista Fernández sostuvo que la medida tiene por objeto rescatar a la empresa y convertirla en “caso testigo” en la comercialización de granos y producción de alimentos.
La oposición tildó la medida de “peligrosa, ilegal e inconstitucional” y la atribuyó a la influencia de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en sus ocho años como presidenta (2007-2015) apostó por una fuerte intervención del Estado sobre la economía.
“Muestra una clara intención de avanzar con la participación estatal en empresas… Hoy nadie dijo el famoso “¡exprópiese!” chavista, pero la oposición y la ciudadanía debemos estar en pie de alerta”, manifestó Juntos por el Cambio, la alianza de partidos que gobernó bajo la anterior presidencia del conservador Mauricio Macri y que ahora lidera la oposición.