Si no se hace un esfuerzo para que cambie esta situación, que cada día empeora a la población más vulnerable del país, Venezuela podría llegar a tener el mayor número de pobreza extrema en el continente.
La advertencia es hecha por el exdiputado Ramón Arrieche, sociólogo y politólogo, quien, en un breve análisis, indica los aspectos más relevantes del problema que se avecina:
- Venezuela tiene una enorme incapacidad para producir alimentos en forma masiva, sobre todo en los rubros de carne, huevos, cereales, leguminosas y frutas.
- El Estado venezolano no dispone de recursos para importar, como lo podía hacer antes, los alimentos que requiere la población y, al mismo tiempo, los países productores, como consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid 19, no tienen los excedentes para la exportación.
- No existe posibilidad alguna de proveer de recursos mínimos a la población que se encuentra en pobreza, porque ya el Estado no tiene condiciones para desarrollar programas sociales y estamos en el umbral del crecimiento de la pobreza extrema, que podría llegar a los nueve millones de personas, que sería la cifra más alta del continente.
- No hay estímulos para la producción, ya que hay 14 leyes que atentan contra la misma, porque el Estado se propuso destruirla para imponer una estructura socialista, que tampoco ha logrado, precisamente, porque no tiene cómo hacerla.
- Los problemas de los malos servicios públicos y principalmente la falta de gasolina agravan la situación, ya que entre los más afectados están los pocos productores agropecuarios, cuyas actividades se han reducido. No pueden esperar a que llegue el combustible para realizar sus labores, por cuanto los ciclos de .siembra son determinados por la naturaleza y no por simples deseos individuales.
- La pandemia ha obligado a la casi total paralización del país, que registra una pérdida de casi el 60 por ciento del Producto Interno Bruto. El deprimente servicio de salud nacional no soportaría un brote de gripe, menos la furia de la Covid 19, que ha castigado a los países desarrollados y amenaza gravemente a los de Latinoamérica, en particular Venezuela.
- El Estado venezolano ha colapsado y ahora hay sub-estados dirigidos por la delincuencia, las mafias de drogas, los grupos armados y terroristas, así como los pranes de las cárceles, todos los cuales imponen la violencia. Ya es poco el control que pueden ejercer las autoridades
Arrieche considera que si las fuerzas políticas no entienden esta realidad, que reclama con urgencia buscar una salida a la crisis del país, mediante la escogencia de un Consejo Nacional Electoral y el desarrollo de un proceso civil, democrático y pacífico, la situación se profundizará mucho más y podrá producirse una hambruna que consuma a millones de seres vulnerables y totalmente desprotegidos.