La convicción de que Dios o alguna deidad están bravos por los pecados cometidos y las cosas malas que hemos hecho y la necesidad de pagarle con ciertos sacrificios personales, para que perdone y conceda la petición hecha, sigue vigente en la mente muchos creyentes todavía. Esa tendencia de pedir y ofrecer pagar si concede lo que pide, sigue siendo una práctica muy común. Sino vean las multitudinarias precesiones en muchas ciudades importantes.
Es una tendencia poderosa que subyace en el subconsciente, que nos viene de la antigüedad y Egipto es el abanderado. Donde los dioses eran representados por las fuerzas poderosas de la naturaleza, las cuales era necesario aplacar con cultos sacrificiales. Por su parte, a los dioses aztecas era necesario hacerles ofrendas para tenerlos contentos y se hacían con sangre, de aquí, derivaron los sacrificios de seres humanos realizados en los templos. Los pueblos Mayas y Aymaras se esforzaban por agradar a las divinidades, porque de esta manera esperaban que se les retribuyera. Y en todos los casos utilizaban figuras e imágenes tangibles. La tendencia a creer que si prometemos algo a la deidad y cumplimos la promesa, ella se va a compadecer de nosotros persiste.
Por ello, el tema de la Pandemia sigue vigente, sobre todo en el plano religioso, por cuanto muchísima gente realmente cree que Dios está bravo por lo malo que hemos sido y por ello nos mandó esa plaga y eso no es así. Todo lo malo que le sobreviene al ser humano y que sobrevendrá no es un castigo de Dios y se pierde el tiempo pagando promesas para que libre al mundo de las catástrofes que sobrevendrán. Por cuanto todo lo que se está viendo y viviendo ya ÉL lo había advertido. Y todo es producto de la separación del hombre de las directrices de Dios, de la violación de las leyes divinas y de las leyes naturales.
La buena noticia es que el Evangelio verdadero no es así. La muerte de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario selló nuestra salvación y el perdón de nuestras faltas y pecados. Y hay un texto que lo conoce perfectamente todas las denominaciones cristianas y las que no son también. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” Juan 3:16. “Cuando el Hijo de Dios podría haber venido al mundo a condenar, vino como justicia y paz, no sólo para salvar a los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob, sino a todo el mundo, a cada hijo e hija de Adán que creyera en él, el camino, la verdad y la vida. ¡Qué despliegue del amor de Jehová! Es un amor sin paralelo” Elena de White. (Youth»s Instructor, 29-7-1897).
Estimado amigo ¡DIOS ESTÁ AL CONTROl!. Sepa, él no mandó esta pandemia, así como tampoco los huracanes, tornados, incendios, deshielo e inundaciones, terremotos y guerras. Todo lo contrario. Él nos viene alertando acerca de esto hace ya más de dos mil años que iba a suceder, pero hemos hecho oídos sordos. Y tampoco está bravo ni espera que pagues algo para detener lo indetenible. Pero sí te promete, que en medio de cualquier tormenta que afrontes en tu vida él va a estar a tu lado. Dios solo quiere que vayas a Él con confianza, le busques, le adores, obedezcas y confíes únicamente en ÉL. No te pide ni espera nada de ti. Solo quiere perdonar tu pecado. *“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;» (Isa. 1: 18). *Te dice con tierno amor… “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos” Prov.23:26.
¡Hasta la semana próxima Dios mediante por la WEB!
William Amaro Gutiérrez