“La Primera Motocicleta en Barquisimeto”
“Barquisimeto Historia Privada, Alma y Fisonomía del Barquisimeto de Ayer”
R. D. Silva Uzcátegui.
Miembro de la Academia Nacional de la Historia y del Centro Histórico Larense.
Siguiendo con el tributo a la amistad les narro una anécdota extraída del libro en referencia, fue recibida de Carlos Veigt, allí se relatan vivencias de su abuelo, don Carlos Lenti, apegadas a la barquisimetaneidad. Cito:
“LA PRIMERA MOTOCICLETA QUE CIRCULÓ EN BARQUISIMETO.
Según información de personas conocedoras, la primera motocicleta el joven “José Pio Tamayo,” quien residía en El Tocuyo. Era más bien una bicicleta con motor y transmisión a cadena. Se le echó a perder y se la dio a Lino Piña para que la compusiera. Piña la arregló y se puso a probarla por los lados de la Mora, frente a la pulpería de Eulogio González. Pero como no estaba práctico en el manejo, arremetió contra la pared de adobes de una casa y por poco se mata. Lo hallaron inconsciente en el suelo.
Después D. Carlos Lenti tuvo una Indian y Francisco Agüero una Henderson. Esta se la vendió al mismo Lenti y con ella sucedió un curioso accidente:
Un día iba Lenti en su motocicleta por la avenida La Estación y se le atravesó con el caballo un jinete muy achispado. Parece que pretendía hacer que la bestia saltara sobre la moto, pero el caballo se asustó con l aparato, se encabritó y lanzó el jinete a tierra. Lenti no tuvo tiempo de frenar y pasó con la moto por debajo del animal, quebrándole una pata.
El causante del accidente era un oficial de la Guardia del Gral. Rafael María Velasco. Presidente del Estado y como quedó muy aporreado, hubo que llevarlo al hospital. Refiere Lenti que cuando llegaban con él al Instituto, dijo a los que lo llevaban:
¡Tráiganme otro trago para morir sabroso!”
La historia se escribe con relatos y leyendas populares que al ser hilvanadas por los ciudadanos van documentando los temas que, partiendo de los pequeños detalles, cuando los entretejemos nos encontramos con realidades extraordinarias y así, van construyendo los más grandes y transcendentales testimonios del acontecer mundial.
El padre de Carlos Veigt, don Artur Lomis Karl Veigt Veigt, era oriundo de Bremen, Hamburgo, Alemania; el Sr. Carlos Lenti, era vienés, austríaco, padre de Carmen Lenti de Veigt, barquisimetana madre de Carlos…
Así, desde antes de la creación de la República se fue conformando una nación que acogió a emigrantes de todas las razas, colores y creencias cuando éramos la representación viviente de “la Tierra Prometida, de la Tierra de Gracia que ha sido comparada con el Edén.”
En épocas de gran desarrollo se reconoció la influencia tecnológica y cultural de las personas que llegaron al país huyendo de holocaustos y de desastres telúricos; buscando libertad vinieron desde países occidentales, hoy calificados como terroristas o forajidos, escabulléndose de luchas religiosas milenarias que desde antes de Cristo, han tratado de mancillar a los pueblos católicos, se dice qué, a la apertura selectiva de fronteras que hubo durante el mandato del brutal dictador Marcos Pérez Jiménez se debe la reconocida belleza de la mujer venezolana.
La apertura desinteresada de los brazos por parte de muchos venezolanos, dándoles solidaria acogida a aquellos emigrantes, estrechó los lazos de amistad eterna; una gran cantidad de hogares se formaron mezclando la sangre criolla… con la extranjera.
¡Es lamentable que tengan que retornar!
Maximiliano Pérez