La contaminación provocada por los deshechos humanos y de la agricultura derramados en el mar frente a la región de Roma ha decrecido 30% durante los encierros por la pandemia de coronavirus, indican los resultados preliminares de un sondeo nacional sobre la calidad del agua de mar.
Las autoridades resaltaron que es demasiado pronto para atribuir la reducción solamente a la cuarentena, ya que fluctuaciones en las corrientes marinas y escasas lluvias en abril y mayo también pudieran haber contribuido a la declinación de los vertidos de desechos de ganadería y fertilizantes.
Pero Marco Lupo, director general de la agencia ambiental de la región de Lazio, dijo que el desplome del turismo a partir de marzo pudiera haber reducido el volumen de aguas residuales producidos por los 30 millones de turistas que usualmente visitan Roma cada año.
Además, el encierro significó que los italianos no podían irse a sus casas de vacaciones junto al mar como lo harían normalmente en la primavera, un fenómeno que habitualmente rebasa la capacidad de las plantas de tratamiento de aguas y resulta en un aumento de los contaminantes arrojados al agua, dijo Lupo.
“Este año, las ciudades costeras han estado menos pobladas, haciendo decrecer la carga de contaminación humana», le dijo a The Associated Press.
No hay indicios de que los mares seguirán más limpios, toda vez que el encierro está acabando y cualquier reducción de la contaminación sería temporal.
Pero científicos en todo el mundo han documentado impresionantes cambios ecológicos como resultado de la caída de los viajes, la suspensión de la producción industrial en muchos países y la gente quedándose en casa. La contaminación del aire ha bajado en algunas de las ciudades mas contaminadas del mundo, al tiempo que animales silvestres como coyotes y jabalíes han sido vistos en ciudades.
Frente a las costas de Italia, que son populares y ocasionalmente contaminadas, son visibles los efectos del encierro. Con el Golfo de Nápoles despejado de yates, buques de carga y cruceros, delfines usualmente vistos nada más en el Mediterráneo nadan cerca de la costa. Se han visto medusas en los canales de Venecia.
Durante la pandemia, los pescadores están sacando capturas mucho mayores que lo usual frente al puerto industrial de Civitavecchia, Roma. En abril, por ejemplo, los pescadores capturaron 60.000 kilogramos de pesca, comparado con 52.000 en abril del 2019.
Roberto Arciprete, biólogo marino en la cooperativa pesquera de Civitavecchia, conjeturó que la fuerte reducción del tráfico marítimo había resultado en más peces nadando cerca de la costa.